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Sindrome De ‘Vaciado Rapido’ (Dumping)

Sindrome De ‘Vaciado Rapido’ (Dumping)

Alimentos que pueden ser difíciles de tolerar

  • Pan
  • Derivados de la leche
  • Pastas
  • Alimentos grasos o fritos
  • Caramelo, chocolate, cualquier alimento y bebida azucarada
  • Bebidas carbánicas (sodas, agua mineral)
  • Cereal del salvado y sus derivados
  • Maíz, habas enteras y chicharos
  • Frutas secadas deshidratadas
  • Coco


Textura del alimento
Todos los alimentos que usted come deben tener la consistencia apropiada para evitar daño a las suturas y para evitar molestias en la abertura pequeña entre su estómago y sus intestinos.

El estrés da hambre?

El estrés da hambre?

Es un dato de hecho: casi ninguno de nosotros come tan sólo para satisfacer el hambre biológico.
Pero si comes demasiado y muy deprisa, es probable que se trate de estrés, aburrimiento, rabia o frustración, derivadas a menudo y cómo no, al ritmo de trabajo y la vida demasiado rápida y absorbente.
El hambre por estrés es una necesidad de tomar alimentos de manera descontrolada, independientemente de la sensación de hambre y de la saciedad. Por decirlo de alguna manera: mezclar emociones y comida, y usar esta última para afrontar las emociones.

Debido al hambre por estrés, llamada también eating emocional, se come rápidamente, a menudo pasando del dulce al salado, fuera de las comidas naturalmente, y sin tener conocimiento de lo que se come, de las cantidades, ni de la sensación de hambre y de saciedad, que regulan el principio y el final de una comida.
Una forma de hacerse daño, causado por las reacciones del organismo ante situaciones vividas de manera muy estresante. Las reacciones principales ante sentimientos de este tipo pasan de la inapetencia en los individuos altamente adrenalínicos para los que el estrés causa adelgazamiento, incluso extremo al exceso de hambre en los individuos cortisónicos, tendentes a engordar.

¿Qué es el Estrés y cómo puedo combatirlo?

Los Impulsos
Desde el impulso "inocente" del picoteo, el del disfrute de una pieza de chocolate fuera de "horas"... hasta el del atracón compulsivo que se da en algunas personas, existe una amplia gama de sensaciones que abarcan desde el deseo a la necesidad imperiosa, vital y no refrenable del acto de comer. ¿Por qué comer si a veces se dice NO querer y no puede dejar de hacerse? ¿Por qué comer y NO hacer otra cosa? ¿Por qué extraña a unos cuantos esa manera de actuar y a otros hace sentir mal y llegar a enfermar?.

Es cierto que el individuo necesita obtener energía a partir de los alimentos que el medio le proporciona, pero también observamos que come porque tiene "ganas" de hacerlo y con ello obtiene "placer".

En momentos muy tempranos de la vida, tal como demuestran desde hace años las escuelas dinámicas en lo referente a la estructura psíquica del individuo, esta necesidad ligada a la autoconservación de la persona pierde su valor y puede observarse que el individuo deja de comer por hambre. Ha aparecido en algún momento la demanda, vinculada a la relación del individuo con la madre ( no necesariamente la biológica) y al don que tiene ella de dar o no, con sus idas y venidas, haciendo que el niño pueda llamar a la madre, pedirle, demandarle... Tiene lugar la demanda y con ello la posibilidad de que el individuo se constituya como persona. Esta demanda es posible ya que el individuo utiliza un lenguaje (con todo lo que dicho proceso evolutivo conlleva) que va articulando también la movilización de los afectos más profundos del cuerpo; entonces la demanda por parte del niño de ser alimentado no va a relacionarse sólo con la necesidad "nutricional" sino que también lo va a estar con la experiencia de vínculo a otro. En algún momento se produce la experiencia de satisfacción que cancelará, por ejemplo, el estímulo interno (en el caso del niño, por el cuidado ajeno) de hambre.

Estas experiencias (necesidad, excitación, demanda, satisfacción) dejarán huella en la memoria y en consecutivas veces las imágenes o situaciones que provoquen la reaparición de la excitación, debido al enlace establecido, suscitará una acción psíquica para restablecer la situación de satisfacción.

Necesidad
Si buscamos el significado de la palabra necesidad en un diccionario encontraremos que hace referencia a algo imprescindible o necesario; así como habla de un impulso irresistible; de la falta de lo necesario para vivir o de un peligro o situación difícil que requiere una rápida ayuda, estados de insatisfacción conscientes debido a un sentimiento de falta que no excluyen la parte inconsciente que hay en el placer que, como vamos viendo, está vinculada a experiencias más profundas.

Dado que el hambre representa el Estrés original, la respuesta alimentaria proporcionará el prototipo de las reacciones y respuestas que podrán provocar la desaparición de tensiones internas, por lo que las actitudes maternas en los primeros meses de vida guardarán una relación directa sobre las características psíquicas del individuo. El elegir un tipo de respuesta relacionada con la ingesta de alimentos, en lugar de otra, va a depender de variables internas relacionadas con la persona (como la calidad de determinadas fijaciones libidinales, la prioridad del principio del placer -todo y ya, sin valorar las consecuencias-, frente al de realidad -capacidad para aplazar y relativizar-), y de unas variables externas, relacionadas con el medio ambiente (abundancia, escasez, accesibilidad... ).

En lugar de asaltar la heladera y comerte todo lo que haya, en vez de comprar todos los chocolates disponibles o pedirle a tus amigos que traigan golosinas al grupo de estudio, prueba lo siguiente:

• Distribuye los alimentos en seis comidas diarias (en vez de tres) y fija horarios razonables. Lo importante es recordar que no se pueden hacer seis comidas completas, sino seis medias comidas, lo que equivale a las tres comidas completas que habitualmente consumes.
• Si en medio de una guía quieres comerte un chocolate, ponte como meta terminar la guía y responder una ronda de preguntas antes de hacerlo. Prémiate, pero antes concéntrate en el estudio.
• Disminuye el tamaño de las golosinas.
• Reemplaza los alimentos dulces o grasosos por frutas o vegetales.
Los azúcares simples y complejos son los principales responsables de las sensaciones de saciedad por lo que privarse de éstos conlleva al mal humor y a la necesidad de dulces. Para evitar que la situación se agrave, es por tanto necesario remontarse a las causas, evitando imponerse regímenes restrictivos que nunca se cumplirán, y causarían después estrés ante el fracaso.

Separar la relación entre emociones y comida: este es el único método para ignorar el hambre por estrés, evitando las dietas impuestas por uno mismo, y restableciendo un adecuado equilibrio alimenticio. En los casos más drásticos es mejor dirigirse a un centro especializado en el tratamiento de los trastornos alimenticios.

Que el frío no te asuste

Que el frío no te asuste

Actividad física durante el invierno

Qué frío! Durante el invierno tus ganas de hacer ejercicio pueden enfriarse un poco, pero no dejes que se congelen, porque puedes perder lo que has ganado hasta ahora en resistencia y preparación física. En Vida y Salud te damos algunos consejos para que sigas ejercitando tu cuerpo a pesar del frío, la lluvia o la nieve.

Puede ser que tu cama o el sofá frente a la chimenea, sean más acogedores que la idea de salir a correr por el parque, andar en bici o hacer tu caminata habitual debido al frío que hace.

Es cierto, el frío puede espantar a muchos deportistas… aunque no a todos. Y no necesitas ser amante de los deportes de nieve para atreverte a salir a hacer ejercicio en el invierno. Piensa en los jugadores de fútbol americano que juegan aún en la nieve, o recuerda la famosa escena de Rocky entrenando antes de su primera pelea. El hacer ejercicio en climas fríos es totalmente posible y meritorio.

Y si no te consideras un deportista a nivel profesional, de todos modos el ejercicio regular nos brinda grandes beneficios a todos en esta temporada:

Es como una inyección de energía que te ayuda a levantar el ánimo y a combatir la depresión durante los días grises, lluviosos y fríos
Activa tu sistema inmunológico y te ayuda a prevenir o a combatir resfriados y otras infecciones por virus, tan comunes en este época del año
En esta temporada de fiestas y de cenas, te ayuda a quemar las calorías extra y a mantener un peso sano.

¿Cómo puedes hacer ejercicio sin congelarte o enfermarte? Esa es la cuestión. A continuación te damos algunos consejos que puedes poner en práctica fácilmente…

Ropa adecuada. Aunque suene contradictorio, para mantenerte caliente no necesitas cubrirte con más ropa, pues puede afectar tu desempeño y sobrecalentarte. Lo que necesitas es vestirte en capas, para poder quitarte y ponerte algunas prendas en la medida en que te enfrías o te calientas. Y sobretodo, vigila que sea ropa especial para deporte, pues es la más recomendable para temperaturas extremas. Puedes empezar con una camiseta de polipropileno, que absorbe el sudor de tu cuerpo y te mantiene seco, algo que el algodón no hace. Para aislar el frío usa un abrigo polar, y encima ponte una chaqueta impermeable para cortar el viento frío, la lluvia o la nieve. Y no te olvides de proteger también tus piernas con pantalones largos.

Manos, pies y cabeza. Cuando el frío aumenta, tus extremidades son las que más sufren pues la sangre se concentra en el centro de tu cuerpo, y corres el riesgo de que se congelen fácilmente. Protege tus manos con guantes que sean impermeables por fuera y tengan forro polar por dentro; cuida tus pies con medias térmicas; y cubre tu cabeza con un gorro polar. También puedes proteger tu cara (principalmente boca, nariz y orejas) con una bufanda deportiva, especialmente si sufres de asma o de alguna alergia ocasionada por el frío. Detente cada 20 o 30 minutos para calentar tus pies, tus manos y tu nariz, y si notas que se están congelando, vete a casa de inmediato para calentarlas.

Zapatos. Como en todo tipo de ejercicio, los zapatos son fundamentales. Cuando llega el invierno considera comprar zapatos deportivos impermeables para que no pase el agua hacia adentro, y pide también que tengan suela con tracción para evitar que te resbales en la nieve o sobre otras superficies resbalosas.

Hidrátate. Aún en el frío puedes deshidratarte cuando haces ejercicio. Así que no te olvides de tomar suficientes líquidos antes y durante la actividad física que desarrolles.

Cuidado con el viento. El viento puede jugar en tu contra mientras haces ejercicio pues generalmente aumenta la sensación de frío. Y si estás haciendo actividades rápidas, el frío será mayor. Para ejercitar con el viento a favor puedes empezar a correr de cara al viento y así evitar que te golpee de frente cuando estás regresando bañado en sudor y cansado.

Límites externos pero no internos. Cuando haga demasiado viento un día, la temperatura esté bajo 0ºF (-17,8ºC), o tu médico te haya recomendado no salir por alguna condición médica en especial, lo mejor es quedarte adentro. Pero eso no quiere decir que tienes que posponer tu actividad física, pues todavía hay muchos ejercicios que puedes hacer a puerta cerrada en interiores. Puedes hacer ejercicios en casa con ayuda de algún video o de una máquina, o inscribirte en un gimnasio.

Inténtalo y pronto notarás que el ejercicio puede hacer que tu invierno sea más divertido, y menos gris.

Beneficios físicos y psicológicos de la cirugía bariátrica

Beneficios físicos y psicológicos de la cirugía bariátrica

La cirugía bariátrica, o reducción de la capacidad gástrica, es una de las opciones más duraderas para conseguir una pérdida de peso notable en las personas obesas. Un estudio afirma que los efectos de esta intervención, con una complejidad médica media, no son solo físicos, sino también psicológicos.

La calidad de vida de una persona con obesidad que se somete a cirugía bariátrica mejora notablemente. Este tipo de intervenciones inducen la pérdida de peso mediante la reducción del tamaño o la capacidad gástrica. Ahora, un nuevo trabajo, con participación española, analiza también las consecuencias psicológicas de la intervención.
Anteriores estudios (Sikorski et al., 2011) ya apuntaban como además de las consecuencias para la salud física, las personas obesas se enfrentan a un considerable estigma social. Hasta ahora, los cirujanos utilizaban la cantidad de pérdida de peso como el resultado postoperatorio principal, sin tener en cuenta otras condiciones médicas asociadas.
Esta cirugía provoca cambios en el tamaño y la forma del estómago que pueden causar algunas complicaciones gastrointestinales postquirúrgicas
Existe un aumento tanto de la calidad de vida relacionada con los aspectos psicológicos como en los físicos después de la intervención quirúrgica
Los procedimientos provocan cambios dinámicos en el tamaño y la forma del estómago que pueden causar algunas complicaciones gastrointestinales postquirúrgicas, como diarrea, estreñimiento o vómitos. A pesar de ello, se vio que los efectos positivos eran realmente importantes, especialmente para el caso de la calidad de vida referida a aspectos físicos.
Tanto la salud física como la psicológica mejoran después de realizarse la operación, y ese aumento de la calidad de vida es especialmente significativo en el área física.
“La cirugía bariátrica no es una cirugía estética, no está libre de riesgos, no es fácil y no es mágica”
Más allá de la estética
Al igual que otros tratamientos para la obesidad, requiere de cambios en el estilo de vida y mantener dietas saludables para garantizar resultados a medio y largo plazo.
Los expertos opinan que se trata de la alternativa que ofrece los resultados más duraderos para las personas en las que las estrategias clínicas –como la dieta y el ejercicio físico– fallan. Las cirugías realizadas buscan dos objetivos: reducir la ingesta de alimento o la capacidad de absorción. Está indicada solo para aquellos pacientes con obesidades mórbidas con un índice de masa corporal (IMC) superior a 40kg/m2, o bien para aquellos con obesidad grave y patologías asociadas. A las personas con IMC inferior a 35kg/m2 no se les aconseja esta intervención, pero sí otros tratamientos no quirúrgicos, farmacológicos y dietético-conductuales.