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En qué consiste una alimentación saludable?

En qué consiste una alimentación saludable?

Una alimentación saludable consiste en ingerir una variedad de alimentos que te brinden los nutrientes que necesitas para mantenerte sana, sentirte bien y tener energía. Estos nutrientes incluyen las proteínas, los carbohidratos, las grasas, el agua, las vitaminas y los minerales.

La nutrición es importante para todos. Combinada con la actividad física y un peso saludable, la buena alimentación es una forma excelente de ayudar a tu cuerpo a mantenerse fuerte y saludable. Si tienes antecedentes de cáncer de mama o estás en tratamiento, la buena alimentación es especialmente importante para ti. Lo que comes puede influir en tu sistema inmunitario, tu estado de ánimo y tu nivel de energía.

Ningún alimento o dieta puede impedir la aparición del cáncer de mama. Si bien los investigadores aún están estudiando los efectos de comer alimentos no saludables (en inglés) en el riesgo de tener cáncer de mama y su recurrencia, lo que sí sabemos es que el sobrepeso (en inglés) es un factor de riesgo, tanto de la primera aparición del cáncer de mama como de su recurrencia. En esta sección puedes aprender a comer de una forma que mantenga tu cuerpo lo más sano posible.

Lee la información sobre los grupos de alimentos, los nutrientes, cómo crear un plan de alimentación saludable, cómo calcular las porciones y cómo disfrutar de los alimentos sin comer de más.

Come para perder peso

Come para perder peso

Si estas tratando de perder peso y deshacerte de esa “llanta” o la barriga, a lo mejor has pensado matarte de hambre en tu intento de ahorrar calorías.
Pero ¿sabias que este método puede ser contraproducente? ¿Te parece increíble?

Sigue leyendo para que entiendas por qué es importante comer para perder peso.

Muchas personas no desayunan, comen sólo dos comidas, o están muertos de hambre cuando deciden que quieren perder peso. En vez de este método loco, come a tus horas para mantener a las hormonas bajo control, además de esta forma previenes caer en tentaciones.

Las dos hormonas que tienes que tener bajo control son la grelina y el péptido YY (que se abrevia PYY, por sus siglas en inglés) .

La grelina es una hormona que producimos en nuestro estómago. Cuando los niveles de grelina están altos nos morimos de hambre. Por si fuera poco, esta hormona no nos deja que quememos la grasa alrededor de la pancita. (Ay, ay, ay…).

Por el otro lado, la hormona péptido YY nos quita el apetito y nos hace comer menos. De acuerdo a los estudios, los niveles del péptido YY son mas bajos en las personas obesas que en las personas de peso normal.

La pregunta es: ¿Cómo mantenemos a estas hormonas tranquilas?
¡Muy simple! Come mini comidas cada 3 horas antes de que estas 2 hormonas se despierten y hagan un desastre en tu cuerpo.

A lo mejor no vas a tener hambre y vas a querer omitir comidas. Omitir comidas es lo peor que puedes hacer. Tienes que comer a tus horas…

Te aseguro que si te adhieres a este horario y comes comidas pequeñas y balanceadas cada tres horas, vas a poder controlar tu peso y las comidas que van a tu pancita.

¿Que es una comida pequeña balanceada? Aquí tienes un ejemplo: 60 a 100 gramos de carne magra como: pechuga de pollo, pescado, ½ taza de arroz integral y ½ taza de verduras crudas cocidas. O la carne con 1 rebanada de pan integral y tomate y lechuga o una fajita de pollo, ½ taza de verduras y salsa al gusto. ¡Que rico!

¡Anímate, come para perder peso y dile adiós a la pancita!

Dieta para diabéticos: controlando las porciones

Dieta para diabéticos: controlando las porciones

Una de las claves en la dieta para diabéticos es controlar las porciones o raciones de la comida. Desgraciadamente, la moda de comer en grandes platos se está extendiendo por todo el mundo.
Manejar porciones saludables no solo es posible sino que nos ayuda a controlar la enfermedad.

Si eres diabético, debes tener cuidado con alimentos especialmente ricos en almidones, grasas saturadas y poco amiga de los vegetales en grandes cantidades.

ESTAS SUGERENCIAS PUEDEN AYUDARTE:
Traduce las porciones ideales a la vida real. Cuando un nutricionista te recomienda una dieta, no siempre te explican exactamente a qué se refieren con las palabras “porción”, “taza”, “pequeño”. Que no te de vergüenza preguntar, pues ahí está la clave para que tus porciones sean realmente lo que deben ser. Para ayudarte a tener una idea más clara, te brindamos algunos ejemplos que varios nutricionistas han usado para ilustrar las porciones o equivalencias a las que se refieren para usar en la vida real:

Una porción de pan es igual a 1 rebanada, no más
Una papa pequeña es la que puedes agarrar completamente con una mano.
Una tortilla pequeña debe ser del tamaño de un CD
Una porción de arroz, pasta o vegetales debe ser igual al tamaño de tu puño
Una porción de fruta consiste en una naranja o una manzana de tamaño mediano (igual que una pelota de tenis) o media taza de fruta fresca (igual al tamaño de media lata de conserva)
Una pechuga de pollo o una porción de carne deben ser del tamaño de una baraja de cartas
Una porción de palta debe ser el tamaño de un lápiz nuevo
Una porción de lácteo equivale a una taza de leche descremada o a una taza de yogurt sin grasa o sin azúcar
Una porción de queso es igual a una rebanada o a un trozo del tamaño de un dado
Una porción de grasa se traduce en 1 cucharadita de aceite o 1 tirita de tocino
Una porción de dulce puede traducirse en 1 chocolate pequeño, 1 factura simple, 3 galletitas dulces

PEQUEÑO SIEMPRE ES MEJOR.
Cuando comes fuera de casa, donde no puedes controlar las porciones exactas, trata siempre de pedir las porciones más pequeñas de todo (hasta de las bebidas) o comparte con alguien. Y cuando estás en una reunión familiar y no te aguantas las ganas de repetir, elegir un plato pequeño te ayudará a controlar las cantidades y te dará la sensación de que comiste suficiente.

Si no lo has hecho todavía, visita a un nutricionista para que te ayude a diseñar una dieta especial para ti. Y no olvides de pedirle que te explique tu nueva dieta en detalle, incluyendo en qué se traducen las porciones indicadas en ella. Lo demás depende de ti. ¡Vas a ver lo bien que te sientes cuando la empieces a seguir y el control de azúcar ni hablar!

La ciencia de los deseos

La ciencia de los deseos

Durante millones de años, el deseo y el placer han mantenido la vida en el planeta. La sed para no morir deshidratados, el hambre para no olvidar comer o el apetito sexual para transmitir nuestros genes a la siguiente generación. Los humanos queremos creer que podemos sobreponernos o al menos encauzar esos impulsos básicos, pero ignoramos hasta qué punto dependemos de una programación biológica que nos determina desde el nacimiento hasta la muerte.

La programación genética nos empuja hacia un peso y eso hace que sea tan difícil mantener el peso perdido con las dietas

Pese a que tengamos la sensación de que la solución para combatir la obesidad es relativamente sencilla y bastaría con comer menos y hacer ejercicio, el sistema de señales de cada organismo individual hace que varíe la dificultad de la tarea. Como recuerda Jeffrey Friedman, el descubridor de la leptina, la programación genética nos empuja hacia un peso y, aunque temporalmente sea posible adelgazar, las señales hormonales nos harán sentir que algo no va bien con nuestra dieta si nos mantiene por debajo de nuestro peso programado.

El conocimiento de los mecanismos que regulan el deseo y el placer no tiene que ser una justificación del fatalismo. Saber cómo funcionan puede ayudarnos a ponerlos a nuestro servicio para mantener las ganas de vivir y a tener unas expectativas razonables sobre la capacidad propia y de los demás para dirigir la vida en la dirección deseada.