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Al conservar tus alimentos… te ha pasado que…

Al conservar tus alimentos… te ha pasado que…

¿A quién no se le ha olvidado la comida sobre la mesa de un día para el otro, o ha almacenado los huevos en el refrigerador (hielera o nevera) por más de un mes, con tal de aprovechar esa oferta de comprarlos en grandes cantidades? Estos son algunos de los errores comunes que se comenten en la cocina y pueden llevar a complicaciones de salud más o menos graves. Sigue leyendo y descubre cómo mantener a tu familia a salvo de contaminaciones con la comida.

Comer es uno de los grandes placeres de esta vida pero pensar un menú variado y nutritivo varias veces al día puede convertirse en una tarea difícil, ¡y más aún prepararlos y dejarlos listos para consumir! Esto es algo que conocen muy bien las mamás modernas, que en poco tiempo deben ocuparse de la alimentación de varias personas en la casa…

Hay que reconocerlo, a todos suele sobrarnos comida preparada y ésta siempre puede ayudarnos a resolver algún otro almuerzo o cena. Incluso, es posible que quieras dejar comida preparada de un día para otro. Eso puede resultar muy práctico, pero no hagas que se vuelva peligroso.

¿Cómo? Es muy sencillo, solo debes cuidar que no queden mucho tiempo a la temperatura ambiente. Si bien no es aconsejable colocar el alimento caliente dentro del refrigerador, tampoco es necesario que se pase horas y horas sobre la mesada, ya que de ese modo aumentan las posibilidades de que crezcan bacterias en la comida, que luego pueden causar enfermedades.

Consejos a seguir…

Recuerda que el objetivo de poner los alimentos en el refrigerador (hielera o nevera) es prevenir el crecimiento de microorganismos que pueden afectar tu salud – como la salmonella, la Escherichia coli O157: H7, el C. botulinum (que provoca el botulismo) y la Listeria, pero también es importante tener ciertos cuidados a la hora de refrigerar los alimentos.

Un ejemplo perfecto son: los huevos, los cuales debes manipular correctamente. Lo aconsejable es, no dejar los huevos dentro del refrigerador por más de tres semanas, luego de haberlos comprado frescos. Si están cocidos, no más de una semana.

Otro de los errores más comunes que suelen cometerse con la comida es pensar que si ésta no huele mal, entonces no hay problema. Por el contrario, a veces el refrigerador elimina los malos olores. Lo ideal es, no conservar los alimentos preparados más de cuatro días, y si contienen pescado, no más de uno o dos días.

Otro caso: ¿Eres de los que se olvida de sacar la comida del congelador (congeladora, freezer) con suficiente tiempo para descongelarla, y cuando lo haces la pones directo al fuego para que se cocine? ¡Ese es un error! La manera más recomendable de descongelar los alimentos crudos es dejarlos en el refrigerador durante la noche. Otro modo puede ser dentro de una bolsa hermética bien sellada, debajo de agua tibia que debes cambiar periódicamente y cuidar que no esté tan caliente como para cocinar el alimento.

¿Cómo evitar la contaminación de los alimentos?

Otro problema para los desmemoriados es no tener los alimentos etiquetados correctamente dentro del congelador y olvidarse de cuándo los han almacenado, para saber si todavía están frescos y aptos para comerse o no. Por eso, recuerda marcar bien las etiquetas cuando guardas tus comidas. De ese modo, también estarás cuidando a otros miembros de la familia, que pueden tomar los alimentos del congelador cuando tú no estás en casa.

Por último, recuerda que para evitar la contaminación de los alimentos es importante comenzar por tener cuidado en el supermercado, pensando en el tipo de productos que eliges y el modo en el que cada negocio los conserva. Entre otras medidas, corrobora que el lugar sea limpio, recuerda que son mejores las verduras de la temporada (de esa estación) y ten cuidado que las latas de conserva estén lisas y parejas, sin abolladuras ni roturas.

Con estos sencillos cuidados, podrás mantener a tu familia sanos y satisfechos.

Riesgos del verano para la obesidad

Riesgos del verano para la obesidad

AUNQUE NO PAREZCA TODAVIA...los calores de primavera y verano se acercan, entonces....

RIESGOS DEL VERANOS PARA LA OBESIDAD

La obesidad es un problema de salud que afecta a todas las funciones del organismo, incluyendo las emocionales, a las que el calor y los riesgos del verano para la obesidad es una dificultad añadida.

Los aspectos más importantes a prevenir serían: la deshidratación, el mayor riesgo de trombosis y de edemas vasculares y linfáticos, el mayor riesgo de problemas cardíacos, y el mayor riesgo de desequilibrios emocionales.

La deshidratación se previene bebiendo líquidos abundantes, a pequeñas cantidades cada vez que se bebe, para evitar la distensión gástrica y un posible cuadro vagal (malestar, sudoración e hipotensión). Con una buena hidratación también se disminuye la posibilidad de trombosis venosa y se protegen los riñones.

El mayor riesgo de trombosis puede prevenirse evitando la sobreexposición al sol, con un ejercicio moderado y cuidando y tratando una posible insuficiencia venosa y/o linfática en las piernas.

Los edemas en las piernas son característicos en los pacientes obesos, en el verano se incrementan enormemente y van más allá de un problema estético . Pueden ser necesarios los tratamientos con diuréticos, facilitadores de la circulación venosa (de eficacia dudosa), la actividad moderada, evitar estar en pie e inmóvil. Pueden ser necesarios cuidados y vigilancia médica en casos importantes, y requerir tratamientos como la antiagregación y la presoterapia.

Los problemas cardíacos vienen de la mano de la insuficiencia cardíaca (imposibilidad de realizar en su totalidad la función de bombeo de la sangre), en un corazón ya debilitado que no soporta el sobre esfuerzo que requiere el trabajo bajo condiciones de calor. También puede producirse una falta de riego arterial en el propio corazón, por el taponamiento parcial de las arterias coronarias debido al sdr. metabólico que padecen estos pacientes. Los síntomas son muy variados y pueden ser confusos, aunque el dolor en el pecho y la sensación de gravedad son muy frecuentes. Un incremento llamativo de los edemas en las piernas asociado a cansancio muy intenso y desproporcionado a lo que se está haciendo, puede ser otro signo alerta.

La prevención principal viene por evitar los grandes esfuerzos, las grandes comilonas, y exposición prolongada al sol asociada a lo anterior. Debe acudirse a Urgencias de un hospital para valoración en caso de sospecha.

Finalmente, el mayor riesgo de problemas y desequilibrios emocionales, tienen un origen multifactorial, difícil de determinar y prevenir. Quizá lo más importante es que el paciente lo sepa y sea capaz de pedir ayuda, y que la familia le apoye, arrope y guíe.

Sean prudentes y disfruten del verano.

Cómo puede ayudarnos el nutricionista en consulta tras una operación bariátrica?

Cómo puede ayudarnos el nutricionista en consulta tras una operación bariátrica?

En consulta, el nutricionista ayuda a organizar los horarios de las ingestas y a identificar que alimentos son los idóneos para cada paciente según su situación personal y su intervención. Es muy necesario saber elegirlos correctamente.
Un picoteo saludable no son unas rosquilletas, tampoco unas galletas ni unas patatas de bolsa light. Ni siquiera muchos productos vendidos como “light” ni como “snack saludable”. ¿Por qué motivo?, porque son muy altos en calorías comparados con otros alimentos naturales, o están cargados de azúcares, grasas saturadas, conservantes, edulcorantes y sal.

La mayoría de picoteos saludables podemos encontrarlos en el supermercado y lo más seguro es que la mayoría de ellos NO estén etiquetados como “light” o “snack saludable”.

Lógicamente, tampoco es conveniente excederse en su consumo tras una operación de Bypass Gástrico. Esto es debido a que pueden llenar mucho el estómago. Puede parecer beneficioso para cualquier momento del día, pero no es así. De hecho su consumo ha de priorizarse en horas del día en los que no hay que hacer una toma completa y nutritiva (por ejemplo si nos entra hambre unas horas después de comer o de cenar, o incluirlos en los almuerzos o meriendas si consideramos que nos quedamos con hambre). Pero cuidado en las comidas principales, para las comidas principales siempre tenemos que conseguir un plato equilibrado.

A continuación enumeramos los alimentos o grupos de alimentos a los que nos referimos. Tenga en cuenta que muchos de ellos no son aptos para determinadas fases del proceso preoperatorio o postoperatorio de una reducción de estómago. Debemos tenerlos en cuenta según el protocolo que le proporcionaran los profesionales en la visita a nuestra consulta.

1- Yogur natural o edulcorado.
2- Una pieza de fruta (Plátano, Manzana, Pera, Kiwi, Fresas, Sandía…)
3 – Frutos secos.
4- Tostado con Tomate
5- Pepino
6- Zanahoria
7- Espinacas
8- Calabaza
9- Rábano
10- Remolacha
11- Apio
12- Coliflor
13- Infusiones (Manzanilla; Poleo; Té…)
14- Leche desnatada o semidesnatada (1 vaso)
15- Queso fresco desnatado (1 tarrina)
16- Jamón serrano (2 lonchas)

En conclusión, el paciente intervenido de cirugía bariátrica aprende a diferenciar un picoteo innecesario de una ingesta de alimentos saludables y bien planificados, gracias a la ayuda del nutricionista y del psicólogo. De este modo, evita encontrarse fatigado en determinadas horas del día o terminar comiendo en exceso en las comidas principales

Picoteos saludables tras una cirugía bariátrica

Picoteos saludables tras una cirugía bariátrica

¿Existen los picoteos saludables tras una operación de bypass gástrico?

La respuesta es afirmativa. SÍ que existen picoteos saludables, pero primero debemos reformular este concepto. La palabra picoteo (aunque aparezca la etiqueta saludable) se relaciona con una ingesta entre horas que no necesitamos y que viene normalmente motivada por la apetencia, la gula o el hambre emocional.

En este artículo el concepto de picoteo se entiende más bien como una ingesta añadida a las tradicionales 5 ingestas diarias (desayuno, almuerzo, comida, merienda y cena). Pero, a diferencia de un picoteo tradicional, es una respuesta a las necesidades nutricionales o fisiológicas de un paciente intervenido de reducción de estómago o de Bypass gástrico. El paciente intervenido ingiere menos cantidad de alimento en cada una de sus tomas principales y es normal que en lugar de 5 ingestas, realice 6 o incluso 7, dependiendo de sus horarios de trabajo, etc.

Veamos a continuación 2 ejemplos de situaciones cotidianas que se tratan en consulta frecuentemente.

Ejemplo 1
Mar es una paciente de bypass gástrico, y tan solo han pasado 3 meses de su operación. Entra a trabajar a las 8:00 de la mañana y, por tanto, desayuna a las 7:00am. Almuerza a las 10:00 en el descanso de 20 minutos del trabajo. Y como no llega a casa hasta las 14:30, come a las 15:00h. De este modo, tenemos 5h de diferencia entre el almuerzo y la comida. Es excesivo y puede provocar una comida demasiado abundante o que el paciente coma excesivamente rápido llegando a producir digestiones pesadas (al comer rápido no se es consciente de la sensación de saciedad y se come en exceso, aunque sean 2 o 3 cucharadas más).

Es aconsejable que Mar ingiera una fruta (media pieza o según su nivel de saciedad), un yogur o 2-3 nueces a las 2 horas y media aproximadamente de haber realizado el almuerzo. En nuestro ejemplo sería a las 12:30.

Ejemplo 2
Fernando es un paciente que lleva 1 año y medio intervenido de una operación de bypass gástrico. Paulatinamente ha cogido buen ritmo en el gimnasio de su barrio y ya acude 3-4 días a la semana al salir de trabajar, de 20:00 a 21:00h.

Como tiene horario partido en la oficina (10:00h-13:00 / 14:00.19:00), come a las 13:00 y aunque merienda a las 16:30, llega con hambre al gimnasio (20:00h) y siente fatiga, incluso algún día mareos.

Es aconsejable que Fernando realice una segunda merienda 1h antes aproximadamente de ir al gimnasio compuesto por una fruta, un lácteo o una combinación de ambos. Según necesidades del paciente la ingesta puede ser mayor.