Son muchas las teorías sobre la alimentación que tratan sobre alimentos buenos para adelgazar, sobre combinaciones malas para nuestra salud o sobre alimentos buenos contra algunas enfermedades. De entre todos los mitos sobre la alimentación que hay en la actualidad, hay algunos que son verdaderos y otros que son falsos, ¿quieres saber cuáles son?
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Un mito falso sobre la alimentación es que beber agua mientras comes engorda. Tienes que tener en cuenta que el agua no tiene calorías, por lo tanto, ni engorda ni adelgaza te la tomes en el momento que sea. Además, el agua aporta muchos minerales y contribuye a hidratar nuestro cuerpo.
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Un mito verdadero sobre la alimentación es el que se refiere a la zanahoria como alimento que mejor nuestra visión. Se sabe que los alimentos ricos en vitamina A ayudan a disfrutar de una mejor visión, sobre todo, en momentos de penumbra; si nuestro cuerpo carece de esta vitamina, puede ser que nuestra vista esté resentida.
La zanahoria contiene grandes dosis de vitamina A por lo que se convierte en un alimento idóneo para cuidar nuestra visión. Además, la vitamina A aporta muchos beneficios a nuestro cuerpo: descúbrelos leyendo el artículo sobre los beneficios de la vitamina A.
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Otro de los mitos falsos de la alimentación hacen referencia a las propiedades adelgazadoras de los alimentos light. Se cree que comer alimentos light ayudan a que las personas adelgacen: este mito es completamente falso puesto que un producto light lo único en lo que se diferencia con uno normal es que hay alguno de sus componentes calóricos que se han reducido o eliminado.
Por lo tanto, un alimento light no tiene ningún componente que tenga una propiedad adelgazadora; eso sí, engordan menos que los normales pero a costa de una gran cantidad de elementos químicos poco beneficiosos para la salud.
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Un mito verdadero sobre la alimentación es el que dice que la lechuga es un buen alimento para prevenir el cáncer, sobre todo, el cáncer de estómago.
Pero no sólo hablamos de la lechuga en concreto, sino de todos las hortalizas de hoja verde que, al tener una gran fuente en vitaminas C, vitaminas E y carotenos contribuyen a que se reduzca la posibilidad de padecer esta enfermedad, así como otras cardiovasculares.
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Los mitos sobre la alimentación suelen desacreditar los beneficios del consumo del pan y otorgarle una característica falsa: el pan engorda. Esta teoría es completamente falsa puesto que el pan es un alimento básico en nuestra dieta colocándose en la parte principal de la pirámide alimentaria tradicional.
Además, es una alimento que nos aporta una fuente de fibra, minerales, hidratos de carbono y vitamina B. Sabemos que 100 gramos de grasa es equivalente a 900 calorías, sin embargo, si comemos 100 gramos de pan, nuestro cuerpo sólo está procesando 240 calorías.
Además, comer pan es una buena opción en una dieta porque ayuda a aumentar la sensación de saciedad y la fibra hace que no se nos acumulen grasas saturadas en el cuerpo. En este artículo te contamos las verdades y mentiras del pan.
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Un mito verdadero sobre la alimentación es que la pimienta es mejor condimento para tus platos que la sal. El motivo es que la pimienta no aumenta la presión arterial, por lo tanto, substituirla por la sal puede ser una buena opción para mantener en equilibrio tu presión sanguínea.
Sin embargo, dada las propiedades irritantes de la pimienta, no se recomienda que la consuman personas con tendencia a padecer hemorroides, problemas gástricos o intestinales.
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Otro de los mitos falsos sobre la alimentación hace referencia a los productos integrales. Mucha gente cree que por consumir alimentos integrales están reduciendo el consumo de calorías, sin embargo, esta teoría es falsa.
Debes saber que los alimentos integrales tienen una cantidad de calorías muy similares a los productos blancos, sin embargo, lo que los diferencia de ellos es su alto aporte en fibra, un ingrediente que favorece el efecto saciante, así como ayuda a mejorar el tránsito intestinal
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Seguro que no es la primera vez que oyes que lo mejor para llevar una alimentación saludable es beber, como mínimo, dos litros de agua al día. Y debes saber que esta teoría sobre la alimentación es verdadera porque, bebiendo agua, conseguimos que nuestros riñones funcionen mejor así como ayudamos a desintoxicar nuestro cuerpo con la eliminación de toxinas.
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Un mito sobre la alimentación que se ha ido expandiendo durante los últimos tiempos es el que asegura que comer fruta después de la comida engorda. Este es otro mito falso que ha logrado colarse en muchas cocinas por la fuerza en la que se ha expandido.
Independientemente del momento en el que se ingiera la fruta, las calorías de este alimento son las mismas. Aunque es cierto que, dado el alto aporte en fibra que tiene la fruta, la sensación se saciedad que provoca es perfecta para tomarla antes de cada comida y no llegar a la mesa con tanto hambre.
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Si no sabes si cocinar con aceite o manteca debes de tener en cuenta que hay un mito sobre la alimentación que dice que el aceite es más saludable que la manteca y este mito es verdadero. El aceite es de origen vegetal, por lo que no contienen colesterol; al contrario de la manteca que, al ser de origen animal, sí que contiene más grasas y colesterol.
MUY IMPORTANTE: si estás operada de obesidad y has quedado embarazada, contacta con tu equipo bariátrico lo antes posible.
Datos
3 de cada 4 cirugías bariátricas se hacen en mujeres y la mayoría están en edad fértil, por lo que el embarazo postcirugía bariátrica es habitual
Se recomienda evitar el embarazo 12-24 meses postcirugía bariátrica
Lo ideal sería una “consulta preconcepción” para determinar, si la paciente cumple 3 criterios
Peso saludable
Está bien nutrida
Toma los suplementos vitamínicos y minerales adecuados
La cirugía bariátrica previa no determina la decisión de parto vaginal o por cesárea
A veces la paciente obesa no sabe si quedarse antes embarazada u operarse de obesidad.
4 datos pueden ayudarle a decidir:
1. El riesgo de un embarazo con IMC>40 es mayor que el de cirugía de bypass.
2. El embarazo no “estropea” los resultados de la cirugía bariátrica a medio y largo plazo cuando se trata de un bypass gástrico. No hay trabajos solventes publicados sobre manga-tubo u otras técnicas en pacientes que posteriormente quedan embarazadas.
3. La obesidad disminuye significativamente la fertilidad de las pacientes.
4. El “ambiente” en el que se desarrolla el feto influye significativamente en su futuro.
Los hijos de madres obesas tenidos antes de la cirugía de obesidad con elevado peso al nacimiento y diabetes gestacional materna, tienen una tasa significativamente mayor de obesidad y diabetes en la adultescencia (<30 años) que sus hermanos nacidos después de la cirugía (peso al nacimiento normal y madre sin diabetes gestacional en la mayoría de casos).
Recomendaciones nutricionales
5-6 comidas al día
1,5-2 litros de agua al día
Carga calórica: mínimo de 1800 cal/día; y 300 calorías/día extra en el tercer trimestre.
Proteínas: El aporte proteico debe estar entre 1,2 y 1,5 gr por kg/día, con aumentos del 15 y el 25% en 2º y 3º trimestre. (Buscar proteínas de alto valor biológico: carnes rojas, lácteos y huevos, siempre siguiendo las normas del obstetra sobre protección ante infecciones)
Hidratos: debe consumirse un mínimo de 100-150 g de hidratos de carbono/día (obtenidos de frutas, vegetales y granos enteros)
Grasas no saturadas: 30-35 gramos/día (conforman el sistema nervioso central del feto, son muy importantes)
Recomendaciones de ganancia de peso en el embarazo
• IMC < 18,5: 12,5-18 kg
• IMC de 18,5 a 24,9: 11,5-16 kg
• IMC de 25 a 29,9: 7-11,5 kg
• IMC > 30: 5-9 kg.
Suplementos
Las mujeres en edad fértil tras cirugía bariátrica o en caso de embarazo necesitan APORTES EXTRA (respecto de la operada no embarazada y de la embarazada no operada) (aproximadamente x 4 la dosis diaria recomendada, excepto el fólico x 25 d.d.r.) de: calcio + vitamina D, hierro, ácido fólico, zinc, fibra soluble (20 gr/día) y omega 3 2000 mg/día.
Vigilar
Cuadros de dolor abdominal que en embarazadas pueden confundirse con contracciones y resultar problemas relacionadas con la cirugía como piedras en la vesícula, úlceras en la unión de estómago e intestino o hernias internas.
Seguimiento
Las embarazadas operadas de cirugía bariátrica no necesitan más análisis ni consultas de ginecología que las no operadas. Conviene que contacten con su equipo bariátrico para que supervisen su dieta y su suplementación.
Estrés y ansiedad son palabras que en ocasiones utilizamos como sinónimos porque ambas se refieren a estados psicológicos y fisiológicos que alteran nuestro estado de ánimo y nuestra actividad en general.
El estrés puede tener una cara positiva (el término en inglés para esto es “eustress”, o eustrés en español) que nos sirve para poder responder a las demandas del entorno, y huir o adaptarnos según la situación. Así, el estrés es el estado fisiológico amplio, que puede tener manifestaciones distintas y su presencia puede variar de manera regular.
Pero cuando el estrés es un estado constante, que no nos está sirviendo para responder adecuadamente a las demandas externas, y empieza a darnos la sensación de estar fuera de control, entonces se puede estar convirtiendo en un cuadro patológico más cercano a la ansiedad.
Según el nivel en el que se presenta, la ansiedad se caracteriza por una serie de experiencias psicológicas y fisiológicas como palpitaciones, taquicardia, sudoración, insomnio, sensación de falta de aire, movimientos constantes, falta de concentración, angustia.
La ansiedad es un cuadro más específico que el estrés y se acompaña de cambios importantes a nivel fisiológico, como la secreción de hormonas corticosteroideas en niveles muy altos y durante un tiempo prolongado, lo que a su vez hace que nuestro organismo y nuestro estado de ánimo no sean adaptativos, sino lo contrario.
Aunque sus causas son muy variadas, alguna de las más comunes son los estilos de vida relacionadas con las condiciones laborales o académicas, o experiencias más personales que causan vulnerabilidad, como maltrato, acoso, sensación de incertidumbre, la pérdida de un ser querido, entre otros.
¿Por qué la ansiedad puede causar sobrepeso?
La principal causa del sobrepeso y la obesidad es el aumento en la ingesta de alimentos de alto contenido calórico que son ricos en grasa. A su vez, este aumento puede ocurrir por muchos factores, por ejemplo, por la reducida actividad física, el procesamiento y distribución alimenticia, las dietas poco balanceadas o la falta de políticas que apoyen el sector salud.
Aparte de lo anterior, algunas investigaciones recientes nos han sugerido la ansiedad es otro de los factores de riesgo para el desarrollo de sobrepeso y obesidad, principalmente por la siguiente razón: cuando nos sentimos ansiosos comemos más (y peor).
Al encontrarnos en situaciones que nos provocan ansiedad, ocurre toda una serie de cambios químicos en nuestro cerebro. En estos momentos, algo que nos produce sensación de calma y satisfacción son los alimentos que tienen una mayor concentración calórica, que son asimismo menos saciantes, por lo que nos generan la necesidad de comer en grandes cantidades.
Además, el estrés constante y la ansiedad suelen provocar insomnio, lo que hace que en el día a día tengamos la necesidad de ingerir una mayor cantidad de alimentos, generalmente también con alto contenido calórico.
Específicamente, el consumo excesivo de azúcar activa el sistema cerebral encargado de metabolizar glucocorticoides, que son las hormonas que metabolizan los carbohidratos, y que además se activan en respuesta a la situaciones de estrés, provocando sensación de euforia. Esto último resulta adaptativo e importante para mantener la homeostasis en niveles de secreción moderados, pero en exceso puede ser problemático.
Algunos consejos para reducir ansiedad
La ansiedad, además de relacionarse con la obesidad, se relaciona con el sedentarismo y el alto consumo de sustancias psicoactivas como el alcohol o el tabaco, lo que a su vez, provoca mayor sobrepeso y obesidad. Además, tanto el sobrepeso como la ansiedad son dos problemas que afectan de manera importante a los niños.
La buena noticia es que algunas investigaciones sugieren que efectivamente, una reducción estable de los estados de ansiedad favorece la disminución del índice de masa corporal. Por esa razón es importante conocer algunas formas de evitarlo.
Debido a que las causas son bastante inespecíficas, algunas de las recomendaciones más generales que podemos hacer están basadas en la modificacion de habitos; cuestión que puede parecer bastante complicada, pero que también puede resultar sencilla si tiene un seguimiento adecuado.
1. Detectar los momentos en los que nos sentimos estresados o ansiosos
El estrés y la ansiedad pueden estar provocados por situaciones muy diversas, por ejemplo, algún conflicto que no hemos podido hablar o solucionar en el trabajo, en la escuela, con la pareja, con los amigos o con la familia; también puede pasar que no tengan una causa clara, o que se relacione una dificultad de poner límites a los demás.
En inicio es importante tener pistas sobre las situaciones que nos pueden estar provocando estrés constante, de manera que sea posible modificarlas o modificar nuestras posturas y decisiones ante ellas.
2. Buscar alternativas
Algo que debemos tener claro es que los hábitos no se modifican de un dia para otro, así como la ansiedad no desaparece de la noche a la mañana, con lo cual es importante aprender a encontrar relajación a través de cosas más funcionales que la ingesta excesiva de calorías.
Por ejemplo, aprender a desconectar y descansar, o a nivel de relaciones interpersonales procurar poner límites a los otros y ante nuestras propias exigencias. Asimismo y de acuerdo con nuestros intereses podemos elegir hacer ejercicio físico, salir a pasear, visitar a alguien, leer un buen libro, tomar un té, ver una película...
3. Establecer rutinas que incorporen hábitos saludables y experiencias agradables
Se trata de procurar que nuestro dia a dia este compuesto por algunas cosas básicas como tener una alimentación balanceada, en cantidad suficiente y lo más natural y fresca posible; hacer ejercicio moderado, tener momentos de descanso, compartir con nuestros pares, y procurar hacer actividades que nos produzcan motivación y satisfacción personal, lo que puede ser desde un hobbie hasta mantener aspiraciones profesionales a largo plazo.
En cualquier caso, es importante también pedir ayuda especializada si la necesitamos. Una visita a algún psicólogo, psiquiatra o neurólogo puede ser también muy útil para reducir nuestros niveles de ansiedad y mejorar nuestra respuesta a las situaciones estresantes.
También aplica para cualquier persona que tenga antecedentes familiares de esta condición o Resistencia a la Insulina o Síndrome de Ovario Poliquístico o cualquier persona que quiera tener una vida saludable.
Interesante propuesta, que es una muy útil herramienta para crear comidas balanceadas que permanezcan dentro de los límites óptimos de carbohidratos y calorías.
Se recomienda utilizar como guía un plato de 9 pulgadas.
Utilizando este método, una comida completa incluyendo la ración de fruta y una taza de leche descremada o baja en grasa (de preferencia orgánica) proporciona aproximadamente 425 calorías.
El plato se compone de:
- 1/2 del plato con 2 porciones de verduras
- 1/4 del plato con alimentos proteicos (90 g o 3 onzas- cocido)
- 1/4 de plato con una ración de papa o tubérculo o una porción de grano entero (la cantidad varía dependiendo del alimento seleccionado).
-Se incluyen una porción de fruta o lácteos (pueden utilizarse en sustitución de los lácteos, las lechadas-"leches vegetales" como la de almendras, amaranto, quinoa).
Les recomiendo la página de internet Diabetic Living, en dónde encontrarán excelentes ideas para preparar diferentes platillos con la proporciones recomendadas por el método del plato y muchos tips más, muy útiles para el control de la Diabetes.
Fuente: Diabetic Living
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Nota aclarartoria: Es importante que tomen en cuenta que estás son recomendaciones generales que pueden ser muy útiles, sin embargo lo ideal es que todo paciente con diabetes consulte de manera particular con un Nutriólogo Educador en Diabetes, para que se le haga una evaluación de su estado nutricio y se le prescriba el plan de alimentación más adecuado para su condición y características personales, basado en su diagnóstico nutricio.
Alejandra García Quiroz, MND. NC. ED.
Nutrióloga Clínica y Educadora en Diabetes
Nutrition for Optimal Health