Las causas más comunes de obesidad son la sobreingesta de alimentos y energía, y en menor proporción los trastornos endocrino-metabólicos (enfermedad de Cushing, Hipotiroidismo), trastornos psicológicos (bulimia nerviosa), la yatrogenia (ligada al consumo de medicamentos como los corticoides), y en obesidades extremas, los factores genéticos.
Una de las tareas que quedan por desarrollar es la preventiva. Son recomendaciones que se deben hacer a la población general desde las escuelas, medios de comunicación e instituciones sanitarias. Abarcan toda una serie de indicaciones que deberían ser asumidas por la población: disminución del consumo de grasas saturadas, aumento en el consumo de fibra, moderación en la ingesta de azúcar, alcohol y sal, etc.).
El segundo planteamiento deberá ser realizado a nivel individual, teniendo presente que la obesidad es una enfermedad crónica y que debe ser tratada como tal. Para el éxito del tratamiento, dependiendo de cada caso, puede ser necesario contar con la colaboración del médico de familia, dietista, especialista en endocrinología, psicólogos, etc., pero es preciso señalar de forma inequívoca que el tratamiento inicial de la obesidad deberá correr a cargo del médico de familia y de un dietista.
Además de los muchos beneficios que aportan las verduras a la salud general, al parecer ayudan también a protegerte de la pancreatitis aguda, una enfermedad potencialmente letal, que ocurre cuando las enzimas que produce el páncreas empiezan a devorar literalmente a este órgano, lo que puede llevarlo a su autodestrucción. ¡Otra razón para incluir más verduras en tu menú diario!
En Vida y Salud te animamos constantemente a consumir más verduras como parte de una dieta balanceada y por muchas razones, entre ellas su alto contenido alimenticio y su reducido nivel de calorías, lo que te ayuda a que te alimentes bien sin que ganes demasiado peso. Cada día se conoce más sobre las ventajas de una dieta rica en verduras y ahora te traemos otra poderosa razón: según sugiere un estudio del Instituto Karolinska, de Estocolmo, una dieta rica en verduras puede reducir el riesgo de sufrir pancreatitis aguda.
Los investigadores examinaron a 80,000 adultos suecos durante once años, después de que respondieran preguntas sobre sus dietas en 1997. El objetivo del estudio era comprender mejor una posible conexión entre los niveles de antioxidantes, que se ven afectados por la dieta, y una mayor probabilidad de contraer pancreatitis aguda. Durante el tiempo que duró el estudio, 320 de los participantes desarrollaron pancreatitis aguda no relacionada con cálculos biliares (una causa frecuente de la enfermedad). Como promedio, los participantes consumían casi dos porciones de frutas al día y unas 2.5 porciones de verduras.
El riesgo de desarrollar pancreatitis aguda no pareció tener relación con la cantidad de frutas que consumían los participantes. El consumo de verduras, sin embargo, sí pareció ser un factor de importancia. Los participantes que consumían más de cuatro porciones de verduras al día tenían un 44% menos de probabilidades de desarrollar pancreatitis aguda que los que consumían menos de una porción al día. El mayor beneficio lo obtuvieron las personas con sobrepeso y las que consumían más de una bebida alcohólica al día.
Los investigadores piensan que los antioxidantes que contienen las verduras ayudan a prevenir la enfermedad, mientras que la fructosa de las frutas tal vez debilita el efecto protector.
No obstante, aunque las verduras aparentemente sí tienen un efecto protector, la pancreatitis aguda no provocada por cálculos biliares, no fue frecuente entre los participantes, aun entre los que consumían pocas verduras. El estudio descubrió una conexión entre el consumo de verduras y una reducción en el riesgo de desarrollar pancreatitis, pero no probó una relación de causa.
Para que estés alerta: ¿en qué consiste la pancreatitis aguda?
La función del páncreas es liberar las hormonas insulina y glucagon, así como las enzimas digestivas que te ayudan a digerir y absorber los alimentos. Normalmente estas enzimas se vuelven activas sólo cuando llegan al intestino delgado, y su función es digerir los alimentos. Pero cuando se activan dentro del páncreas, se “comen” el tejido de este órgano y lo digieren. En esto consiste la pancreatitis aguda, que causa inflamación, sangrado y daño al páncreas y a sus vasos sanguíneos. Esta enfermedad afecta más a los hombres que a las mujeres.
En los Estados Unidos, cerca del 70% de los casos de pancreatitis aguda es causado por el abuso del alcohol, aunque también hay que tener en cuenta el factor genético. Otras posibles causas son problemas del sistema autoinmune, bloqueo del conducto pancreático o del conducto colédoco (estos conductos drenan las enzimas del páncreas), niveles altos de triglicéridos en la sangre y lesiones en el páncreas a raíz de un accidente. También pueden causarla algunas infecciones virales y el uso de ciertos medicamentos.
El síntoma principal es el dolor abdominal. Al principio se agrava en sólo minutos después de comer o de beber. Más adelante se agudiza y se vuelve constante, y puede extenderse a la espalda o por debajo del homóplato izquierdo. Se siente con más intensidad si te acuestas boca arriba. Otros síntomas incluyen fiebre, náuseas, vómitos, sudoración, gases y sensación de llenura en el abdomen, hipo, indigestión, excremento color arcilla, piel y la parte blanca de los ojos con coloración amarillenta, erupciones en la piel e inflamación abdominal.
Cuando se descuida o incluso en casos muy severos, la pancreatitis aguda puede dar lugar a complicaciones, como insuficiencia renal aguda, síndrome de dificultad respiratoria aguda, acumulación de líquido en el abdomen, quistes o abscesos en el páncreas, insuficiencia cardíaca y presión arterial baja (hipotensión arterial).
El tratamiento requiere casi siempre hospitalización, y puede necesitar analgésicos para calmar el dolor y líquidos administrados por vía intravenosa. En muchos casos, es preciso suspender la alimentación por vía oral (tanto de sólidos como de líquidos para limitar la actividad del páncreas).
La mayoría de las veces el tratamiento concluye con éxito en una semana si no se producen complicaciones. Pero en los casos más severos, se requiere una cirugía para eliminar los tejidos pancreáticos muertos o infectados. Como ves, la pancreatitis aguda es una enfermedad sumamente peligrosa si no se trata a tiempo. Si experimentas algunos de sus síntomas, debes acudir inmediatamente a tu médico o a una sala de emergencias, para que determinen después de las pruebas correspondientes si la padeces o no, y establezcan en cualquier caso el tratamiento a seguir.
Pero las verduras no sólo te ayudan a disminuir las probabilidades de padecer de pancreatitis aguda, sino que su consumo es indispensable para un estilo de vida saludable, y son un arma valiosa para luchar con el exceso de peso, ya que aportan pocas calorías y ningún colesterol. Tienen, en cambio, un alto contenido de fibra, vitaminas, minerales y sustancias antioxidantes, elementos indispensables para una buena salud. Ya sean crudas o cocidas, asegúrate de comer y de servirle a tu familia a diario una dieta rica en verduras de todo tipo.
Síndrome metabólico es el nombre de un grupo de factores de riesgo de enfermedad cardiaca, diabetes y otros problemas de salud. Usted puede tener un solo factor de riesgo, pero a menudo las personas tienen varios de ellos al mismo tiempo. Si tiene al menos tres de ellos, se llama síndrome metabólico. Estos factores de riesgo incluyen:
Cuerpo con "forma de manzana", también llamada obesidad abdominal. Tener demasiada grasa alrededor de la cintura es un factor de riesgo mayor para enfermedades del corazón que acumular demasiada grasa en otras partes del cuerpo
Tener un nivel alto de triglicéridos, un tipo de grasa que se encuentra en la sangre
Tener un nivel bajo de colesterol HDL: En ocasiones, el HDL se conoce como colesterol "bueno" porque ayuda a eliminar el colesterol de las arterias
Tener presión arterial alta: Si su presión arterial se mantiene alta en el tiempo, puede dañar su corazón y provocar otros problemas de salud
Tener un nivel alto de azúcar en la sangre en ayunas: El nivel de azúcar en la sangre levemente alto puede ser un signo temprano de diabetes
Cuantos más factores tenga, mayor será su riesgo de enfermedad cardíaca, diabetes y accidente cerebrovascular.
¿Qué causa el síndrome metabólico?
El síndrome metabólico tiene varias causas que actúan juntas:
Sobrepeso y obesidad
Un estilo de vida inactivo
Resistencia a la insulina: Afección en la cual el cuerpo no puede usar bien la insulina, una hormona que ayuda a mover el azúcar en la sangre a las células para darles energía. La resistencia a la insulina puede conducir a niveles altos de azúcar en la sangre
Edad: Su riesgo aumenta a medida que envejece
Genética: Origen étnico y su historia familiar
A menudo, las personas que tienen síndrome metabólico también presentan un aumento en su coagulación de la sangre e inflamación en todo el cuerpo. Los investigadores no saben si estas afecciones causan el síndrome metabólico o si lo empeoran.
¿Quién está en riesgo de síndrome metabólico?
Los factores de riesgo más importantes para el síndrome metabólico son:
Obesidad abdominal (una cintura grande)
Estilo de vida sedentario
Resistencia a la insulina
Ciertos grupos de personas tienen un mayor riesgo de síndrome metabólico, como:
Algunos grupos raciales y étnicos: Los mexicoamericanos tienen la tasa más alta de síndrome metabólico, seguidos por los blancos y los afroamericanos
Personas con diabetes
Personas que tienen hermanos o padres con diabetes
Mujeres con síndrome de ovario poliquístico
Personas que toman medicamentos que causan aumento de peso o cambios en la presión arterial, el colesterol en la sangre y los niveles de azúcar en la sangre
¿Cuáles son los síntomas del síndrome metabólico?
La mayoría de los factores de riesgo metabólico no tienen signos o síntomas obvios, más allá de tener una cintura grande.
¿Cómo se diagnostica el síndrome metabólico?
Su profesional de la salud diagnosticará el síndrome metabólico usando los resultados de un examen físico y análisis de sangre. Debe tener al menos tres de los factores de riesgo para ser diagnosticado con síndrome metabólico:
Una cintura grande.
Un nivel alto de triglicéridos
Un nivel bajo de colesterol HDL, que es:
Presión arterial alta
Un nivel alto de azúcar en sangre en ayunas
¿Cuáles son los tratamientos para el síndrome metabólico?
El tratamiento más importante para el síndrome metabólico es tener un estilo de vida saludable para el corazón, que incluye:
Un plan de alimentación saludable para el corazón: Esta dieta limita la cantidad de grasas saturadas y trans que consume y le insta a elegir una variedad de alimentos nutritivos, incluyendo frutas, verduras, granos integrales y carnes magras
Llegar a tener un peso saludable
Controlar el estrés
Hacer actividad física regular
Dejar de fumar (o no comenzar si aún no fuma)
Si estos cambios en el estilo de vida no son suficientes, es posible que deba tomar medicamentos. Por ejemplo, es posible que necesite medicinas para bajar el colesterol o la presión arterial.
¿Se puede prevenir el síndrome metabólico?
La mejor manera de prevenir el síndrome metabólico es a través de cambios en el estilo de vida saludables para el corazón.
El calcio es el mayor componente del tejido óseo, por lo tanto conviene aportar a nuestro cuerpo la cantidad necesaria.
Bien a través de una dieta alimentaria, bien a través de suplementos, los niveles de calcio nunca deben estar por debajo de los miligramos recomendados para cada edad.
El calcio es el mineral de nuestro organismo más esencial, tanto para la formación de los huesos, como para mantener estos fuertes. El 99% del calcio del organismo se encuentra en los huesos y en los dientes. El 1% restante se reparte entre la sangre y la musculatura. Aunque este 1% resulte ridículo, hay que destacar que sin él los músculos no se flexionarían correctamente, la sangre no se coagularía y los nervios no transmitirían los mensajes correspondientes al resto del organismo.
Necesidades de calcio
Bebés
• 0-6 meses 400 miligramos
• 6-12 meses 600 miligramos
Niños
• 1-5 años 800 miligramos
• 6-10 años 800 -1200 miligramos
Adolescentes/Jóvenes Adultos
• 11-24 años 1200-1500 miligramos
Hombres
• 25-65 años 1000 miligramos
• 65 en adelante 1500 miligramos
Mujeres
• 25-50 años 1000 miligramos
• 50 en adelante 1500 miligramos
• embarazo 1200-1500 miligramos
• lactancia 1200-1500 miligramos
¿Cómo se aprovisiona nuestro cuerpo de calcio?
A lo largo de nuestra vida nuestro cuerpo va renovando nuestros huesos continuamente, utilizando sus reservas de calcio. Nuestro organismo sólo dispone de dos maneras de aprovisionarse de ese 1% vital que necesita para su normal funcionamiento:
• Del calcio que ingieres en tu dieta
• Del calcio de tus huesos
• Los huesos actúan como suministro de emergencia cuando el cuerpo no encuentra suficiente calcio en nuestra dieta. Si el cuerpo hace demasiado uso de este suministro de emergencia, los huesos terminan debilitándose y se fracturan con facilidad. Esta situación lleva a padecer osteoperosis.
Podemos prevenir o retrasar estos trastornos óseos modificando nuestros hábitos alimenticios y comportamientos. Una alimentación equilibrada y realizar ejercicio físico son algunas de las soluciones que nos pueden ayudar a prevenir.
El calcio esencial
Por tanto, parece obvio que se le dé gran valor al tener una dieta que aporte los niveles suficientes de calcio al organismo. Los miligramos recomendados al día varían según la edad. Entre los 4 y 8 años se recomienda un consumo diario de 800 mg, entre los 9 y 18 años 1.300 mg, hasta los 50 años 1.000 mg, y por encima de esa edad, 1.200 mg. Durante el embarazo y la lactancia conviene aumentar esos niveles hasta los 2.000 mg.
Además, introducir este mineral en la dieta resulta esencial, porque es lo que protege el calcio que tienen, de por sí los huesos. Si el organismo no recibe suficiente calcio a través de la dieta, el cuerpo automáticamente lo extraerá de los huesos. Si estas cantidades no se restituyen al mismo tiempo, se produce el debilitamiento los huesos y estos llegan a romperse con gran facilidad.
Leche y derivados lácteos
La leche y todos sus derivados son la fuente que más calcio proporciona en toda dieta. Este consumo es una de las maneras más fáciles de satisfacer las necesidades de calcio en el organismo. Se recomienda ingerir al menos de 2 a 3 porciones todos los días, de los alimentos incluidos en el grupo compuesto por leche, yogur y queso.
En la pirámide alimenticia cada grupo ofrece una combinación única de nutrientes y los alimentos de un bloque no pueden reemplazar a los de otro grupo. Para gozar de buena salud, se necesita comer todos los alimentos indicados.
El grupo compuesto por leche, yogur y queso es una de las partes de la pirámide que más calcio proporciona al organismo, aunque también hay otros alimentos que tienen calcio y se enmarcan en otros grupos. Como por ejemplo las hortalizas de color verde oscuro, las nueces, los cereales, los frijoles, así como el salmón y las sardinas enlatadas, siempre y cuando se coman las espinas. Estos alimentos pueden ayudar a llegar al nivel de calcio necesario, siempre y cuando se consuma además productos lácteos.
Mujeres a los 50
Las mujeres que superan los 50 años, por lo general han sufrido la menopausia. Esta va asociada a una reducción en el nivel de estrógenos que, a su vez favorece la destrucción progresiva de la masa ósea. Así se genera una enfermedad llamada osteoporosis que debilita la densidad ósea. Aproximadamente 25 millones de mujeres tienen cierto grado de osteoporosis.
En esta situación es fundamental tomar una dieta rica en calcio. Por ello, la FHOEMO (Fundación Hispana de Osteoporosis y Enfermedades Metabólicas Oseas) recomienda para cubrir la cantidad de calcio necesario, tomar cuatro vasos de leche al día, preferiblemente entera, o bien cinco yogures o bien 150 gramos de queso. Estos alimentos se pueden alternar a lo largo de la semana. Por otro lado, es necesario que el resto de las comidas sean equilibradas y ricas en vitamina D. Sin exceso de proteínas ni de grasas, así como de sal.
Alimentos Aliados del Calcio
Existen alimentos que pueden ayudar a cubrir las necesidades diarias de calcio.
• La leche entera. Cualquier momento del día es bueno para tomar un vaso de leche. Dos al día es un mínimo razonable.
• Espinacas. Para personas con déficit de calcio, es recomendable tomar una vez por semana esta verdura.
• Soja. Es un vegetal rico en fitoestrógenos que frena el deterioro de los huesos producido por escasez de calcio.
• Yogur entero. Un alimento muy completo, que aporta el calcio necesario tanto a niños como a adultos.
• Queso. Como ocurre con el yogur, al ser un derivado lácteo aporta una cantidad de calcio muy recomen dable. A ser posible, en porciones, manchegos o de bola. Los llamados quesos frescos son más pobres en calcio.
• Frutos secos. Sanos y nutritivos, son el complemento ideal de cualquier dieta rica en calcio. Aptos para tomar a cualquier hora del día.
• Tomando estos alimentos a diario y de forma variada se consigue aumentar los niveles de calcio en el organismo, pero también es importante destacar que conviene desterrar el exceso de grasas y fibra, ya que reducen la absorción del calcio.
Cómo tomar los suplementos de Calcio
Si, a pesar de todo la dieta no proporciona la cantidad necesaria de calcio, y resulta necesario tomar un suplemento todos los días es mejor hacerlo con estas sugerencias; tomarlo con la comida y hacerlo de forma espaciada a lo largo del día. Por ejemplo, con las tres comidas principales. Esto resulta necesario, porque el cuerpo sólo puede absorber una cantidad determinada de calcio por vez.