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Cómo mantener la motivación para adelgazar

Cómo mantener la motivación para adelgazar

Se pensaba anteriormente que pesarte a diario podía causar ansiedad. Sin embargo, ahora Cornell University pone el dedo en el renglón y realiza una investigación cuyos resultados sugieren lo opuesto: Ver tus resultados positivos y reflejarlos en una gráfica ¡te motiva! Así que si tienes sobrepeso o quieres bajar esos kilitos o libras de más, pruébalo y cuéntanos tus resultados.

Sabemos que es muy importante controlar nuestro índice de masa corporal o IMC (haz clic aquí para calcular el tuyo), sobre todo si tendemos a tener sobrepeso. No es un secreto que bajar de peso —por complicado que sea— es más fácil que mantenernos en nuestro peso ideal. Una vez alcanzada la meta, ¿cuáles son nuestras alternativas para conservar nuestra figura?

Anotar puede hacer la diferencia
De acuerdo a un estudio realizado por unos investigadores de Cornell University hay un procedimiento muy sencillo que puede ayudarnos a mantener nuestro peso ideal, o bien contribuir a para quitarnos los kilitos o libras de más. ¿Qué se necesita? Una báscula personal o de baño (para aprender a elegir la que te conviene, haz clic aquí), y un archivo Excel o cualquier otro programa que te permita traducir los datos de la báscula en una gráfica para que puedas verlos. Aparentemente el visualizar el peso en el papel, te permite relacionar lo que comes y lo que pesas.

Hasta hace muy poco, existía la idea generalizada entre las personas que cuidamos nuestro peso por razones estéticas y de salud, de que deberíamos pesarnos una vez al mes o cuando más, una vez a la semana para tener un comparación correcta de la variación de nuestro peso. Esta idea está cambiando a partir de nuevas investigaciones que indican que llevar un registro diario de nuestro peso facilitará la pérdida de los kilos o libras que tenemos de más, o bien, nos ayudará a mantener nuestro peso ideal una vez que lo hayamos alcanzando.

Este estudio, publicado en el Journal Obesity, muestra estadísticas que indican que el 40 por ciento de las personas que han estado bajo algún programa o régimen alimenticio, acompañado de actividad física programada para perder peso, regresan al sobrepeso un año después de terminar dicha dieta. Lo que puede resultar más desalentador es que 100% de las personas que consiguen bajar de peso con algún tipo de régimen físico o nutricional “rebotan a un estado de sobrepeso después de cinco años de haber concluido el programa de su elección”.

Por el otro lado de acuerdo al estudio, David Levitsky, profesor de Nutrición y Psicología de Cornell University, reportó que en el primer año, las 162 personas que estuvieron con algún tratamiento para perder peso y que llevaron un registro diario de su peso, lo consiguieron, y que para el segundo año, casi todos los hombres y las mujeres que continuaron llevando el registro de su peso, no mostraron un incremento significativo de peso.

El aspecto psicológico en la pérdida de peso
El mismo Levitsky y sus colaboradores mencionaron que no hay manera de medir la “motivación psicológica” que llevó a las personas que participaron en el estudio a tener resultados positivos en el mantenimiento de su peso ideal; pero, sabemos que la depresión y la ansiedad pueden llevar a una sobrealimentación y, con ello, al sobrepeso.

O sea, una persona que es disciplinada en su alimentación y ejercicio cotidiano y como resultado de su esfuerzo logra bajar de peso, se motiva día a día al ver que “la báscula no lo lleva de regreso a la obesidad”. Aquí el factor de avance reflejado en una gráfica, que muestra cómo la meta se va acercando cada día, puede ser un hecho determinante para el éxito del programa.

Por otro lado, The National Institutes of Health publicó en su sitio web un estudio sobre las personas que llevaron el control de su peso, con excelentes resultados para los participantes. Las personas que llevaron dicho control perdieron más peso conforme fueron más disciplinados llevando el registro, tanto de su peso, como de su alimentación, así como de aquellos que incluyeron el consumo diario de calorías y el tipo y el tiempo de ejercicio y la actividad física realizada durante los primeros dos años y medio del programa indicado por los profesionales de la salud.

Un asunto relevante de este estudio fue que las personas involucradas tuvieron acceso a conversaciones virtuales con otros participantes y con especialistas en nutrición y actividad física, de modo que había un factor de motivación en juego. Quienes participaban más en las actividades de grupo llegaron a perder más de ocho kilos (17.63 libras) en seis meses; en cambio, los menos integrados a las actividades, incluyendo el registro programado de su peso, perdieron apenas poco más de un kilo ( de una libra) en el mismo lapso de tiempo.

Al parecer estamos ante una nueva “práctica” para perder peso, con dos componentes nuevos muy efectivos: uno, el registro de nuestro peso corporal (con su gráfica) diariamente, y dos, la participación de automotivación y atención psicológica en grupo; que sumados, facilitarán y potencializarán el trabajo de los médicos y los nutricionistas.

Recomendaciones para perder peso y mantenernos en nuestro peso ideal
Es muy necesario que si has detectado que la ropa te aprieta o que te sientes incómodo(a) con tu imagen, busques ayuda profesional calificada. No hay mejor manera de lograr tus objetivos. No te auto-mediques ni sigas dietas de moda. A continuación, te damos algunas sugerencias bastante sencillas que te podrían ayudar a perder peso

Lleva un registro diario de tu peso.
Vacía los datos en un programa que genere la información del avance en una gráfica.
Obtén asesoría de profesionales de la salud como un nutricionista certificado, tu médico, un instructor de actividad física calificado.
Pertenece a una comunidad que está bajo algún régimen para bajar de peso, estos grupos te motivarán a seguir con el programa de tu elección y te facilitará la pérdida de peso.
De ser posible, obtén asesoría psicológica y motivacional para que avances en el programa de tu elección.
Así que no te des por vencido, si estás listo para intentar perder peso, lograrlo y mantenerte, recuerda de añadir el mantener un registro de tu peso diario y de llevar una gráfica para que puedas visualizar el descenso y así motivarte para llegar a tu objetivo y después poder seguir celebrando tu logro.

Microbiótica intestinal

  Microbiótica intestinal

Definición de la microbiota
Los científicos definen la microbiota como “el conjunto de los microorganismos (todas las bacterias, arqueas, eucariotas y virus) presentes en un entorno definido”. Como la microbiota varía según su entorno, a la microbiota situada en el tracto intestinal, por ejemplo, se la denominará microbiota intestinal.

¿Qué es la microbiota intestinal?
La mayor población de microorganismos en el cuerpo humano reside en el intestino, se trata de la microbiota calificada como intestinal. Estamos constituidos de un “ensamblaje” de células bacterianas y células humanas y aunque en un primer momento se creyó que las células bacterianas predominaban, estudios recientes indican que las células microbianas y humanas están presentes en cantidades comparables.
Si bien existe un “núcleo” compuesto por grupos bacterianos comunes a todos los seres humanos sanos (la mayoría de nosotros compartiríamos un tercio de nuestra microbiota), la composición de cada microbiota intestinal es única y varía en función de:

factores sobre los que podemos actuar:
-los modos de alimentación (leche materna, fórmulas infantiles e introducción de alimentos sólidos);
-los fármacos (antibióticos, antiácidos, antidiabéticos…);-los hábitos alimentarios y las maneras de cocinar;
-nuestro entorno y nuestro modo de vida (medio rural frente a urbano; actividad física);
-el aumento de peso.

Factores sobre los que no podemos actuar directamente:

-la genética;
-el componente anatómico del tracto intestinal (por ejemplo, la diversidad microbiana del intestino es mayor que la del intestino delgado);
-la edad gestacional (parto prematuro frente a parto a término);
-el modo de nacimiento (parto vaginal frente a cesárea);
-la edad.

Cabe recalcar que aunque todos tengamos una microbiota específica, equivalente a un documento de identidad personal, esta microbiota aporta al ser humano unas funciones únicas (como digerir nutrientes que nosotros no somos capaces de digerir, producir vitaminas, etc.).

¿Por qué es importante?
Las funciones de la microbiota intestinal son múltiples:

La defensa: Nos defiende contra los microorganismos nocivos.
Enseña al sistema inmunitario a distinguir entre amigos y enemigos.
Degrada las toxinas.

La nutrición: Permite la digestión de ciertos alimentos (como las fibras alimentarias) que el hombre no puede digerir.
Cuando la microbiota intestinal descompone las fibras alimentarias, produce moléculas importantes (ácidos grasos de cadena corta, por ejemplo) cuyos beneficios van más allá del intestino.
Facilita la absorción de minerales (magnesio, calcio y hierro).
Sintetiza ciertas vitaminas esenciales (vitamina K y folate [B9]) y aminoácidos (es decir, los alimentos que componen las proteínas).

El comportamiento: Puede influir en el estado de ánimo y el comportamiento.
Teniendo en cuenta sus importantes funciones, los investigadores lo consideran en la actualidad como todo un «órgano».

3 preguntas que todos los pacientes hacen en algún momento

3 preguntas que todos los pacientes hacen en algún momento


Come cantidades pequeñas. ...
Bebe líquidos entre las comidas. ...
Mastica los alimentos por completo. ...
Prioriza los alimentos ricos en proteínas. ...
Evita los alimentos con alto contenido de grasa y azúcar. ...
Toma los suplementos de vitaminas y minerales recomendados.

¿Cómo es la vida después de un bypass gástrico?
Después de la cirugía, se sentirá satisfecho y lleno con menos comida. Se producirán cambios positivos en su cuerpo, su peso y su salud, si mantiene la dieta y las rutinas de ejercicio recomendadas por su programa bariátrico.

¿Cuánto ejercicio es necesario después de la cirugía bariátrica?
El ejercicio es una parte importante del éxito después de la cirugía. Se le puede alentar a que comience a hacer ejercicio, limitado solo por la incomodidad, aproximadamente dos semanas después de la cirugía. El tipo de ejercicio depende de su condición general, pero el objetivo a largo plazo es obtener 30 minutos de ejercicio tres o más días a la semana.

Dieta sana

Dieta sana

Llevar una dieta sana a lo largo de la vida ayuda a prevenir la malnutrición en todas sus formas, así como diferentes enfermedades no transmisibles y trastornos. Sin embargo, el aumento de la producción de alimentos procesados, la rápida urbanización y el cambio en los estilos de vida han dado lugar a un cambio en los hábitos alimentarios. Actualmente, las personas consumen más alimentos hipercalóricos, grasas, azúcares libres y sal/sodio; por otra parte, muchas personas no comen suficientes frutas, verduras y fibra dietética, como por ejemplo cereales integrales.

La composición exacta de una alimentación variada, equilibrada y saludable estará determinada por las características de cada persona (edad, sexo, hábitos de vida y grado de actividad física), el contexto cultural, los alimentos disponibles en el lugar y los hábitos alimentarios. No obstante, los principios básicos de la alimentación saludable siguen siendo los mismos.

Para los adultos
Una dieta sana incluye lo siguiente:

Frutas, verduras, legumbres (tales como lentejas y alubias), frutos secos y cereales integrales (por ejemplo, maíz, mijo, avena, trigo o arroz moreno no procesados).
Al menos 400 g (o sea, cinco porciones) de frutas y hortalizas al día, excepto papas, batatas, mandioca y otros tubérculos feculentos de los que conviene incorporar una porción pequeña al dia.
Menos del 10% de la ingesta calórica total de azúcares libres, que equivale a 50 gramos (o unas 12 cucharaditas rasas) en el caso de una persona con un peso corporal saludable que consuma aproximadamente 2000 calorías al día, aunque para obtener beneficios de salud adicionales lo ideal sería un consumo inferior al 5% de la ingesta calórica total. Los azúcares libres son todos aquellos que los fabricantes, cocineros o consumidores añaden a los alimentos o las bebidas, así como los azúcares naturalmente presentes en la miel, los jarabes y los zumos y concentrados de frutas.
Menos del 30% de la ingesta calórica diaria procedente de grasas. Las grasas no saturadas (presentes en pescados, aguacates, frutos secos y en los aceites de girasol, soja, canola y oliva) son preferibles a las grasas saturadas (presentes en la carne grasa, la mantequilla, el aceite de palma y de coco, la nata, el queso, la mantequilla clarificada y la manteca de cerdo), y las grasas trans de todos los tipos, en particular las producidas industrialmente (presentes en pizzas congeladas, tartas, galletas, pasteles, obleas, aceites de cocina y pastas untables), y grasas trans de rumiantes (presentes en la carne y los productos lácteos de rumiantes tales como vacas, ovejas, cabras). Se sugirió reducir la ingesta de grasas saturadas a menos del 10% de la ingesta total de calorías, y la de grasas trans a menos del 1%. En particular, las grasas trans producidas industrialmente no forman parte de una dieta saludable y se deberían evitar.
Menos de 5 gramos (aproximadamente una cucharadita) al día. La sal debería ser yodada.