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6 consejos para que los hombres mejoren la percepción de su imagen corporal

6 consejos para que los hombres mejoren la percepción de su imagen corporal

Tu imagen corporal es lo que piensas y sientes acerca de tu cuerpo. Esta involucra tus pensamientos, percepciones, imaginación y emociones; y puede que tenga poco que ver con tu apariencia real. Aunque los problemas de imagen corporal se han considerado tradicionalmente como un problema de salud de las mujeres, estos pueden afectar a personas de todas las edades y géneros, incluyendo los hombres, así lo señala el Departamento de Salud y Servicios Humanos del Gobierno del Estado de Victoria, en Australia.

La mala imagen corporal suele estar relacionada con la dieta, el exceso de ejercicio, los trastornos alimentarios y otros problemas de salud mental como baja autoestima, depresión o ansiedad.

En el caso de los varones, la insatisfacción corporal generalmente resulta de comparar tu cuerpo con lo que los medios de comunicación proyectan como el tamaño y la forma ideales del cuerpo masculino, es decir, delgado y musculoso. Es común que los hombres con insatisfacción corporal se centren en la pérdida de peso y el desarrollo muscular, lo que puede llevar a un exceso de ejercicio y al uso de medicamentos para mejorar la imagen.

Si te identificas con todo lo que mencionamos en los párrafos anteriores, es posible que hayas desarrollado una imagen corporal negativa a lo largo de tu vida, por lo que cambiarla puede llevar tiempo y esfuerzo.

Ante ello, te dejamos algunas sugerencias para mejorar tu imagen corporal:

Reflexiona sobre tus experiencias e intenta identificar las influencias en tu imagen corporal desde la infancia.
Intenta pesarte o revisarte el cuerpo (pellizcar, medir, mirar en el espejo) con menos frecuencia. Concéntrate en la salud y en la vitalidad, no en el peso, el tamaño o la forma.
Haz un pacto contigo mismo para tratar a tu cuerpo con respeto, lo que incluye comer bien y NO embarcarte en rutinas de ejercicio castigadoras, dietas de moda ni en consumir drogas.
Trata de cambiar a un enfoque más saludable respecto a cómo funciona tu cuerpo y valora todo lo que tu organismo te ayuda a realizar en la vida. No te concentres únicamente en cómo se ve tu cuerpo.
Infórmate leyendo sobre temas relacionados con la imagen corporal.
Desarrolla razones para hacer ejercicio que no se centren en la apariencia de tu cuerpo (como liberación de estrés, vitalidad o concentración mejorada), en lugar de enfocarte solo en cambiar la apariencia de tu cuerpo.

Qué actividad física es mejor para personas obesas?

Qué actividad física es mejor para personas obesas?

En el caso de personas obesas, una rutina debe incluir ejercicio tanto de tipo aeróbico como de trabajo de fuerza. De inicio, la recomendación serían rutinas de 30-60 minutos diarios de ejercicio de tipo aeróbico (caminar, bicicleta, elíptica o nadar). Hay que ir con cuidado con aquellas actividades en las que hay impacto como puede ser correr ya que las articulaciones van a recibir un exceso de carga que puede perjudicarlas en exceso. Es más adecuado andar a un ritmo alto que correr, ya que se estará realizando un consumo calórico que, según algunos estudios, es parecido a la carrera pero con menor riesgo. Si no se es capaz de conseguir mantener sesiones de 30-60 éstas se pueden dividir en fracciones de 10 minutos inicialmente para ir aumentando de manera progresiva.

Además de este tipo de ejercicios se recomienda añadir en la rutina trabajo de fuerza. Los ejercicios se pueden hacer tanto en casa como en el gimnasio, pues se trata tonificar los grandes grupos musculares. Dos o tres sesiones a la semana en las que se trabajen 8-10 repeticiones, siempre conociendo cuáles son las posiciones y técnicas adecuadas para no sufrir lesiones. De esta forma, no sólo se mejora el tono y la fuerza muscular, sino que se puede aumentar también el metabolismo basal.

Todo ello debe ir siempre acompañado de una dieta adecuada y adaptada a las necesidades individuales.

La fibra

Es un tipo de carbohidrato (azúcar) que no provee calorías por sí mismo. Su función es ayudar a formar las heces fecales dándoles forma y consistencia, también captura colesterol de la dieta para que no sea absorbido en el intestino. La dieta alta en fibra puede ayudar con los problemas de estreñimiento, hemorroides, diverticulosis y el síndrome de intestino irritable. El consumo adecuado de fibra puede ayudar a prevenir enfermedades del corazón, diabetes y ciertos tipos de cáncer.

Se recomienda consumir diariamente entre 25 y 30 gm. de fibra. La mayoría de las personas consumen menos de 10 gm. de fibra al día por lo que hay que aumentarla poco a poco. Al aumentar el consumo de fibra, es muy importante beber mínimo 6 a 8 vasos de agua al día para evitar el estreñimiento. Si tu cuerpo no está acostumbrado a comer tanta fibra, podrías notar flatulencia (gases), cólico intestinal, o en algunos casos, diarrea. Estos síntomas, si se presentan, tienden a desaparecer cuando tu cuerpo se acostumbre.

Los alimentos altos en fibra incluyen:

Panes y cereales: avena, pan de granos integrales, pan de avena, arroz integral, cereal alto en fibra, tortillas de maíz.
Frutas: manzanas, higos, plátanos, moras, peras, pasas, ciruela pasas, naranjas, etc.
Verduras: brócoli, coliflor, camote (batata), nopales, col (repollo), zanahorias, elote (maíz o choclo), papas, coles de bruselas, chícharos (arvejas), etc.
Leguminosas y semillas (3-6g fibra por porción): frijoles, lentejas, pepitas, nueces, cacahuate, palomitas (rosetas de maíz).

La cirugía para adelgazar podría revertir los síntomas de la enfermedad de hígado graso

La cirugía para adelgazar podría revertir los síntomas de la enfermedad de hígado graso

La enfermedad hepática grasa no alcohólica, que incluye un espectro de trastornos del hígado en personas con obesidad y diabetes tipo 2, es la patología del hígado crónica más común en los países industrializados.

La investigación ha demostrado que la cirugía de pérdida de peso puede beneficiar a las personas obesas en formas que van más allá de quitarse kilos, por ejemplo, provocando la remisión precoz de la diabetes tipo 2. Ahora, científicos han encontrado que la cirugía también puede revertir los síntomas de la enfermedad de hígado graso.

Los resultados, publicados este martes en la edición digital de Cell Metabolism, se derivan de la investigación sobre las muestras de hígado en pacientes normales y con sobrepeso, algunos con enfermedad de hígado graso y otros sin ella. Los resultados proporcionan otro ejemplo de los efectos de la cirugía de pérdida de peso que alteran el ADN.

La enfermedad hepática grasa no alcohólica (EHNA), que incluye un espectro de trastornos del hígado en personas con obesidad y diabetes tipo 2, es la patología del hígado crónica más común en los países industrializados. EHNA se ha convertido en uno de los tipos de enfermedades dominantes de todo el mundo.

En un estudio experimental, los investigadores analizaron muestras de hígado de 27 individuos obesos con diferentes etapas de hígado graso no alcohólico, 18 individuos obesos sanos sin enfermedad hepática y 18 con peso normal sin enfermedad hepática. La mutilación, una modificación química en el ADN que regula la expresión de genes, se altera en diversos genes en pacientes con hígado graso no alcohólico.

Los niveles de expresión de nueve de estos genes que codifican enzimas clave implicadas en el metabolismo y la señalización de la insulina también eran diferentes de los observados en individuos sanos. Por otra parte, los sitios de unión para las proteínas que afectan a la expresión de genes fueron enriquecidos en los genes de las enfermedades del hígado de los pacientes.

El doctor Joseph Hampe y sus colegas también encontraron que cuando compararon las biopsias hepáticas de los pacientes antes y después de la cirugía de pérdida de peso, los cambios en la metilación EHNA asociados fueron parcialmente reversibles. Los resultados demuestran que la cirugía de pérdida de peso cambia las propiedades químicas de ADN, lo que afecta la expresión génica.

"Estas modificaciones del ADN pueden apuntar a los primeros pasos en la evolución de la enfermedad y, por lo tanto, pueden dirigir la investigación futura", dice el autor principal, el doctor Hampe, del Hospital Universitario de Dresden, en Alemania. "En el muy largo plazo, puede conducir a nuevas opciones terapéuticas", concluye.