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Algunas formas prácticas de comer menos

1) Tené en cuenta que muchas características de las comidas afectan la saciedad: la apariencia, el gusto, cómo se sienten en la boca, cuánta masticación requieren, los nutrientes que contienen, la cantidad de alimento ingerido, etc. Comer es mucho más que llevarse a la boca y hay varias cosas que podemos tener en cuenta para achicar porciones sin pasar hambre, sin sacrificios.

2) Comé lentamente. Así notarás mejor los sabores de cada uno de los alimentos, apreciarás más el placer de charlar en la mesa y le darás más tiempo a los sistemas de control del apetito para que te indiquen que comiste lo suficiente.

3) No seas "terminadora": no hay por qué dejar el plato limpio. Por costumbre, por relatos familiares de hambrunas y demás, la mayoría de nosotros comemos todo lo que nos sirven y no paramos hasta terminar el plato, o el paquete de galletias. No importa cuán grande sea la porción. Si no podés evitarlo, achicá el plato.

4) Prohibido comer directamente de la bolsa, de la caja o de la fuente. No hay manera de no comer el doble si comés sin pasar por un plato, un pote o una taza que ajuste la medida. Servite, sentate y date tiempo para "pensar" lo que estás haciendo y disfrutarlo.

5) Comé más veces por día, pero menos cantidades: aumentar el número de ingestas a 5/6 por día es una de las reglas estrella de la dieta mediterránea. Hace que en las comidas principales los niveles de glucosa no estén tan bajos y evitemos, así, llegar a la mesa con una sensación de hambre desesperado.

6) Pensá en pequeño: achicá tu plato y hasta tu cuchara. Está probado que en general terminamos el plato y si servimos de más, lo terminaremos. Un estudio también reveló que una cuchara más chica hace que comamos más lento y la sensación de saciedad llega antes.

7) Antes de sentarte a comer, separá y guardá lo que sobra y queda para otra comida. Si está mano, seguramente repitas. Si tenés que levantarte, buscarlo, etc., servirte un segundo plato requerirá más esfuerzo.

10 características de un patrón dietético para promocer la salud del corazón

  • Equilibre la ingesta de alimentos y calorías con la actividad física para mantener un peso saludable.
  • Elija una amplia variedad y coma muchas frutas y verduras para obtener una gama completa de nutrientes de los alimentos en lugar de suplementos.
  • Elija cereales integrales y otros alimentos compuestos principalmente por cereales integrales.
  • Incluya fuentes saludables de proteínas magras y / o con alto contenido de fibra, como proteínas vegetales (nueces y legumbres), pescado o mariscos, productos lácteos bajos en grasa o sin grasa, cortes de carne magra y limite las carnes rojas y procesadas.
  • Utilice aceites vegetales líquidos no tropicales como el aceite de oliva o de girasol.
  • Elija alimentos mínimamente procesados ​​en lugar de alimentos ultraprocesados ​​tanto como sea posible.
  • Minimizar la ingesta de bebidas y alimentos con azúcares añadidos.
  • Elija o prepare alimentos con poca o ninguna sal.
  • Limite el consumo de alcohol; si no bebe, no empiece.
  • Aplique esta guía sin importar dónde se preparen o consuman los alimentos.

 

Fuente consultada: Asociación Estadounidense del Corazón

Cómo hacer de la ensalada un plato principal?

Cómo hacer de la ensalada un plato principal?

1. Ponga COLOR en sus ensaladas
Cree sus ensaladas en base a variadas frutas y hortalizas para obtener la mayor cantidad de beneficios de los vegetales: nutrientes, fibra y fitoquímicos. Los fitoquímicos, producidos por las plantas, son compuestos con efecto benéfico sobre la salud. El consumo de 5 o más porciones de vegetales por día, está asociado con un efecto protector sobre diferentes tipos de cáncer, enfermedad cardiovascular y contribuye para la mantención del peso.

Elija la mayor variedad de frutas y vegetales. Aquí tiene una paleta de posibles colores:
• Rojo: tomates, sandía, frutillas, uvas rojas, ají colorado.
• Naranja: durazno, damasco, zanahorias, papaya, naranjas, calabaza
• Verde: Brócoli, lechuga, espinaca, arvejas, kiwi, ajó verde, achicoria, chauchas.
• Blanco: Repollo, alcaucil, cebolla, coliflor, papas, bananas,
• Púrpura-azul: Blueberry, repollo, uvas, pasas de uvas.
• Amarillo: choclo, batata.

2. Cuidado con los aderezos.
Condimente sus ensaladas con aderezos sin grasas o reducidos en grasas. Si está utilizando un aderezo con alto contenido graso, reduzca los alimentos grasos de la comida, principalmente los provenientes de carnes y lácteos, elíjalos magros o descremados.
Dos cucharadas de mayonesa contienen 150 kcal. El contenido en calorías de los aceites vegetales también es alto: 2 cucharadas de aceite utilizadas para condimentar aportan 180 kcal, pero con la ventaja de ser grasas de origen vegetal ricas en ácidos grasos poliinsaturados o monoinsaturados, los cuales tienen un efecto favorable sobre la salud ya que contribuyen a reducir el colesterol sanguíneo y son una fuente muy importante de vitamina E, vitamina con importante función antioxidante.

3. Una ensalada con los 5 grupos de alimentos.
Incluya en sus ensaladas alimentos de los 5 grupos de la pirámide nutricional:
• Grupo de carnes: Agregue carne magra, atún u otros pescados, pollo o huevo. • Grupo de lácteos: Incorpore cubos de queso muzzarella o queso desgrasado, o también puede utilizar yogur sabor natural.
• Grupo de cereales: Mezcle crotones, o prepare una ensalada en base a fideos fríos o arroz.

4. Más volumen, más saciedad.
Las ensaladas son una buena opción para lograr una dieta de baja densidad calórica, la cual nos ayude a perder peso, satisfaciendo el hambre.

¿Qué es la densidad calórica?
Un plato de alta densidad calórica es aquel que aporta alto contenido calórico en un bajo peso, en cambio un plato de baja densidad calórica aportará la misma cantidad de calorías pero en un peso mayor.
Se pueden reducir las calorías consumidas y descender de peso si sentir hambre, eligiendo una dieta con pocas calorías en relación al volumen y peso.
Por ejemplo, 100 calorías se pueden cubrir con dos tazones de acelga cocida o con ½ taza de puré de papas. Consumirá la misma cantidad de calorías y tendrá mayor sensación de saciedad eligiendo la acelga. Las ensaladas presentan la ventaja de tener baja densidad calórica, pocas calorías en grandes volúmenes.

¿Los alimentos de alta densidad calórica no son sanos?
Una dieta sana incluye tanto alimentos de alta como de baja densidad calórica. Una dieta basada únicamente en vegetales y frutas no cubrirá con todas las necesidades de nutrientes. Para lograr una alimentación sana y de baja densidad calórica será necesario incorporar 5 o más porciones de vegetales y frutas, sin dejar de lado los alimentos de los demás grupos.
Hay que tener en cuenta que adicionando azúcar y grasas en las preparaciones, se eleva el valor calórico: Reduciendo las grasas y azúcares agregadas se logrará mantener baja la densidad calórica.

¿Qué nos brindan las ensaladas?
Las frutas y vegetales, ingredientes principales en las ensaladas, nos brindan una comida de baja densidad calórica y nutritiva. Los vegetales preparados sin el agregado de grasas son los alimentos de menor densidad calórica de todos los grupos de alimentos. Además son alimentos cargados de nutrientes.
Las ensaladas nos brindan una manera sana de aumentar el volumen de nuestras comidas, aportándonos gran variedad de vitaminas y minerales, sólo recuerde que debe controlar los aderezos.

La cirugía estética post bariátrica es la respuesta

La cirugía estética post bariátrica es la respuesta

Tras haber realizado un procedimiento quirúrgico para tratar la obesidad, se espera que el paciente pueda llegar a perder hasta un 70% del sobrepeso que le afectaba, lo que presenta secuelas estéticas que pueden ser importantes.

La cirugía estética post bariátrica es la respuesta para disfrutar de un físico armonioso y equilibrado.

¿Qué es y quién debe realizarse una cirugía post bariátrica?
Se realiza una cirugía bariátrica con la finalidad de tratar la obesidad, reduciendo así toda la morbilidad asociada a esta importante enfermedad.

El paciente previa a la cirugía experimenta una pérdida de peso gradual muy significativa.
Esto se traduce en una gran mejora en su calidad de vida, pero también supone un impacto estético que no debe dejar de tenerse en cuenta.
Al reducir de forma drástica la masa corporal, la piel no es capaz de adaptarse o retraerse en proporción al peso que se está perdiendo, lo que finalmente causa una importante flacidez, observándose excesos cutáneos en los muslos, los brazos, el abdomen, el pecho y el rostro.
Estas características secuelas tienen un impacto negativo sobre la salud emocional del paciente, al privarlo de seguridad y autoestima.
Y también impactan sobre la salud física, dado que estos pliegues de piel descolgada suponen un foco de infección cutánea.
En base a estos antecedentes, se puede definir la cirugía post bariátrica como un conjunto de técnicas quirúrgicas que permiten eliminar el exceso de piel que presenta el paciente, eliminando los pliegues y tensando los tejidos, logrando así un aspecto corporal armonioso y sin desequilibrios.

Un ejemplo de cirugía plástica post bariátrica es la lipectomía abdominal o abdominoplastia, una cirugía que consiste en la eliminación del exceso de grasa y piel, así como, en la reparación del tejido muscular abdominal dañado o debilitado.
La cirugía post bariátrica antes y después

La cirugía reconstructiva post bariátrica permite la recuperación de la estética y la funcionalidad de la piel; y lo hace de una forma segura siempre y cuando el paciente se ponga en manos de profesionales médicos especializados y de impoluta trayectoria.
En un procedimiento de cirugía reparadora post bariátrica los excesos de piel son retirados de las zonas anatómicas afectadas.
Obviamente con una meticulosa programación previa que les permite a los cirujanos optimizar el tiempo empleado en esta intervención, el cual puede variar, ya que se combinan varias cirugías a la vez.

Finalmente, los excesos de piel tras ser sometidos a una cirugía estética post bariátrica desaparecen, siendo sustituidos por cicatrices lo más estética posibles y que incluso en ocasiones pueden quedar ocultas por pliegues naturales de la piel.
El hecho de readaptar los tejidos a la nueva situación corporal del paciente tiene un impacto extremadamente positivo en la calidad de vida del mismo, ya que sus expectativas estéticas se ven completadas, pudiendo volver a disfrutar así de emociones imprescindibles como la autoestima o la seguridad.

El después de una cirugía de estas características no solo conlleva beneficios estéticos, ya que por ejemplo, el deshacerse del exceso de piel de los muslos, permite que el paciente pueda volver a caminar con total normalidad, ya que estos excedentes cutáneos dificultan algo tan cotidiano como la marcha.
Además, ante importantes excedentes de tejido cutáneo no existe ninguna otra alternativa a este problema, que únicamente puede ser solventado mediante resecciones quirúrgicas.
En esencia, podemos concluir que después de una cirugía post bariátrica, el paciente por fin tiene la percepción de haber finalizado el tratamiento que inició mucho tiempo atrás cuando empezó a combatir su obesidad.

CUIDADOS Y REVISIONES DESPUÉS DE LA INTERVENCIÓN
La condición previa más importante que debe darse antes de una cirugía post bariátrica es la estabilidad en el peso corporal, ya que la principal finalidad de este proceso es ajustar la piel a la masa corporal.
Obviamente, la preparación que requiere esta cirugía es más amplia, el paciente debe ser previamente evaluado por un cirujano especializado, quién tendrá en cuenta las siguientes consideraciones:
Control de posibles enfermedades existentes, como por ejemplo diabetes.
Ajuste del tratamiento farmacológico, especialmente en aquellos casos donde se tomen anticoagulantes o antiagregantes plaquetarios.
Estado nutricional del paciente e introducción de posibles suplementos nutricionales que sean necesarios.
Estudio previo con técnicas de diagnóstico por imagen.

De la misma forma que es importante prepararse adecuadamente para la cirugía post bariátrica también resultan de gran importancia los procesos y cuidados post-operatorios:
El paciente permanecerá hospitalizado durante un periodo de 24 a 72 horas.
Tras el alta hospitalaria será imprescindible realizar varias visitas con el equipo médico para el adecuado seguimiento del proceso post operatorio.
La retirada de los puntos de sutura suele realizarse a los 12 días y la primera etapa de recuperación concluye aproximadamente a los 15 días, cuando el paciente puede retomar su actividad cotidiana y laboral; eso sí, siempre exceptuando actividades físicas extenuantes.
Debemos tener en cuenta que el proceso de recuperación puede prolongarse dependiendo de la complejidad de la cirugía realizada.
Dependiendo de la zona o zonas intervenidas podrá ser necesario el uso de prendas postoperatorias durante el primer mes.
Los resultados de esta intervención quirúrgica podrán valorarse debidamente al cabo de 1 mes.

Durante el proceso post operatorio es cuando puede resultar más necesario contar con un equipo médico de gran calidad profesional y humana, que haga acto de presencia para responder a las dudas del paciente y para garantizar los mejores resultados post quirúrgicos.