Definición de la microbiota
Los científicos definen la microbiota como “el conjunto de los microorganismos (todas las bacterias, arqueas, eucariotas y virus) presentes en un entorno definido”. Como la microbiota varía según su entorno, a la microbiota situada en el tracto intestinal, por ejemplo, se la denominará microbiota intestinal.
¿Qué es la microbiota intestinal?
La mayor población de microorganismos en el cuerpo humano reside en el intestino, se trata de la microbiota calificada como intestinal. Estamos constituidos de un “ensamblaje” de células bacterianas y células humanas y aunque en un primer momento se creyó que las células bacterianas predominaban, estudios recientes indican que las células microbianas y humanas están presentes en cantidades comparables.
Si bien existe un “núcleo” compuesto por grupos bacterianos comunes a todos los seres humanos sanos (la mayoría de nosotros compartiríamos un tercio de nuestra microbiota), la composición de cada microbiota intestinal es única y varía en función de:
factores sobre los que podemos actuar:
-los modos de alimentación (leche materna, fórmulas infantiles e introducción de alimentos sólidos);
-los fármacos (antibióticos, antiácidos, antidiabéticos…);-los hábitos alimentarios y las maneras de cocinar;
-nuestro entorno y nuestro modo de vida (medio rural frente a urbano; actividad física);
-el aumento de peso.
Factores sobre los que no podemos actuar directamente:
-la genética;
-el componente anatómico del tracto intestinal (por ejemplo, la diversidad microbiana del intestino es mayor que la del intestino delgado);
-la edad gestacional (parto prematuro frente a parto a término);
-el modo de nacimiento (parto vaginal frente a cesárea);
-la edad.
Cabe recalcar que aunque todos tengamos una microbiota específica, equivalente a un documento de identidad personal, esta microbiota aporta al ser humano unas funciones únicas (como digerir nutrientes que nosotros no somos capaces de digerir, producir vitaminas, etc.).
¿Por qué es importante?
Las funciones de la microbiota intestinal son múltiples:
La defensa: Nos defiende contra los microorganismos nocivos.
Enseña al sistema inmunitario a distinguir entre amigos y enemigos.
Degrada las toxinas.
La nutrición: Permite la digestión de ciertos alimentos (como las fibras alimentarias) que el hombre no puede digerir.
Cuando la microbiota intestinal descompone las fibras alimentarias, produce moléculas importantes (ácidos grasos de cadena corta, por ejemplo) cuyos beneficios van más allá del intestino.
Facilita la absorción de minerales (magnesio, calcio y hierro).
Sintetiza ciertas vitaminas esenciales (vitamina K y folate [B9]) y aminoácidos (es decir, los alimentos que componen las proteínas).
El comportamiento: Puede influir en el estado de ánimo y el comportamiento.
Teniendo en cuenta sus importantes funciones, los investigadores lo consideran en la actualidad como todo un «órgano».