Home office: ¿La oficina en casa lo está engordando?

 Home office: ¿La oficina en casa lo está engordando?

Trabajar fuera de la oficina y tan cerca de la heladera y la alacena puede ser tan tentador como engordante. El doctor Cormillot comparte reglas prácticas para aprovechar al máximo el teletrabajo cuidando su peso y su salud
La tendencia a instalar la oficina en casa llegó a partir del aislamiento preventivo, social y obligatorio lista para quedarse por un tiempo y ya compite con los hábitos poco saludables que se tenían en el escritorio laboral, aunque es posible que incluso supere a la rutina de trabajar afuera en lo que a estrés y elecciones poco saludables se refiere.

Si hasta que se desató la pandemia usted trabajó en una oficina fuera de su casa, basta con recordar qué guardaba en los cajones de su escritorio… ¿Golosinas? ¿Galletitas? ¿Saquitos de té o café instantáneo? En muchos casos el enemigo de su dieta y de su salud se escondía en un lugar tan cercano que pasaba desapercibido.

Al repasar un día “clásico” en el trabajo, quizá era frecuente comer “esa” medialuna de la docena que alguien llevó para compartir con sus compañeros, “ese” chocolate de la máquina expendedora, “ese” vaso de gaseosa común o “ese” delicioso capuchino dulce de la máquina de café.

Si se identifica con esta rutina de las horas laborales, no está solo. Estudios recientes, incluyendo algunos realizados por la Asociación Dietética Americana, muestran, además, que:

Más de un tercio de los oficinistas desayuna al lado del teclado.
Dos tercios mastica con regularidad su almuerzo frente a la computadora.
Nueve de cada diez comen a lo largo de las horas laborales.
Un 7% cena en la oficina.
¿Esto le parece negativo? ¿Se diferencia mucho de su rutina de trabajo en casa? Quizá le sorprenda saber que el home office, sin planificación, puede ser incluso peor.


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