Riesgos del verano para la obesidad

Riesgos del verano para la obesidad

AUNQUE NO PAREZCA TODAVIA...los calores de primavera y verano se acercan, entonces....

RIESGOS DEL VERANOS PARA LA OBESIDAD

La obesidad es un problema de salud que afecta a todas las funciones del organismo, incluyendo las emocionales, a las que el calor y los riesgos del verano para la obesidad es una dificultad añadida.

Los aspectos más importantes a prevenir serían: la deshidratación, el mayor riesgo de trombosis y de edemas vasculares y linfáticos, el mayor riesgo de problemas cardíacos, y el mayor riesgo de desequilibrios emocionales.

La deshidratación se previene bebiendo líquidos abundantes, a pequeñas cantidades cada vez que se bebe, para evitar la distensión gástrica y un posible cuadro vagal (malestar, sudoración e hipotensión). Con una buena hidratación también se disminuye la posibilidad de trombosis venosa y se protegen los riñones.

El mayor riesgo de trombosis puede prevenirse evitando la sobreexposición al sol, con un ejercicio moderado y cuidando y tratando una posible insuficiencia venosa y/o linfática en las piernas.

Los edemas en las piernas son característicos en los pacientes obesos, en el verano se incrementan enormemente y van más allá de un problema estético . Pueden ser necesarios los tratamientos con diuréticos, facilitadores de la circulación venosa (de eficacia dudosa), la actividad moderada, evitar estar en pie e inmóvil. Pueden ser necesarios cuidados y vigilancia médica en casos importantes, y requerir tratamientos como la antiagregación y la presoterapia.

Los problemas cardíacos vienen de la mano de la insuficiencia cardíaca (imposibilidad de realizar en su totalidad la función de bombeo de la sangre), en un corazón ya debilitado que no soporta el sobre esfuerzo que requiere el trabajo bajo condiciones de calor. También puede producirse una falta de riego arterial en el propio corazón, por el taponamiento parcial de las arterias coronarias debido al sdr. metabólico que padecen estos pacientes. Los síntomas son muy variados y pueden ser confusos, aunque el dolor en el pecho y la sensación de gravedad son muy frecuentes. Un incremento llamativo de los edemas en las piernas asociado a cansancio muy intenso y desproporcionado a lo que se está haciendo, puede ser otro signo alerta.

La prevención principal viene por evitar los grandes esfuerzos, las grandes comilonas, y exposición prolongada al sol asociada a lo anterior. Debe acudirse a Urgencias de un hospital para valoración en caso de sospecha.

Finalmente, el mayor riesgo de problemas y desequilibrios emocionales, tienen un origen multifactorial, difícil de determinar y prevenir. Quizá lo más importante es que el paciente lo sepa y sea capaz de pedir ayuda, y que la familia le apoye, arrope y guíe.

Sean prudentes y disfruten del verano.


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