Puedes limitar la repercusión de tener un índice de masa corporal alto y ayudar a garantizar tu salud y la de tu bebé. Por ejemplo:
Programa una cita previa a la concepción. Si tienes un índice de masa corporal de 30 o más y estás considerando quedar embarazada, habla con tu proveedor de atención médica. Puede recomendarte una vitamina prenatal diaria y remitirte a otros proveedores de atención médica, como un dietista matriculado, que pueden ayudarte a alcanzar un peso saludable antes del embarazo.
Busca atención médica prenatal regular. Las consultas prenatales pueden ayudar a que el proveedor de atención médica controle tu salud y la salud de tu bebé. Informa al proveedor de atención médica sobre cualquier afección médica que tengas, como diabetes, presión arterial alta o apnea del sueño, y conversa sobre lo que puedes hacer para controlarla.
Sigue una dieta saludable. Trabaja con el proveedor de atención médica o el dietista matriculado para mantener una dieta sana y evitar un aumento de peso excesivo. Ten en cuenta que durante el embarazo necesitarás más ácido fólico, proteínas, calcio, hierro y otros nutrientes esenciales.
Haz actividad física. Consulta al proveedor de atención médica sobre maneras seguras en que puedes mantenerte activa físicamente durante el embarazo, como caminar, nadar o hacer ejercicios aeróbicos de bajo impacto.
Evita las sustancias riesgosas. Si fumas, pídele ayuda a tu proveedor de atención médica para dejar de fumar. El alcohol y las drogas ilegales también están prohibidos. Obtén la aprobación de tu proveedor de atención médica antes de empezar a tomar cualquier medicamento o suplemento, o de suspenderlos.
Tener un índice de masa corporal alto de 30 o más durante el embarazo puede aumentar el riesgo de complicaciones para ti y tu bebé. Trabajar con tu proveedor de atención médica puede ayudarte a controlar los riesgos y promover un embarazo saludable.