La cirugía bariátrica ha demostrado ser el tratamiento más seguro y eficaz para la obesidad. Procedimientos bariátricos como el balón intragástrico, la manga gástrica, el bypass gástrico y el cruce duodenal logran pérdidas importantes de peso y, al mismo tiempo, mejoran significativamente la salud porque mejoran, y en algunos casos incluso resuelven, comorbilidades relacionadas con la obesidad. Pero a pesar del hecho de que muchas personas podrían beneficiarse de un procedimiento así, sólo el 1% de la población elegible se somete a un tratamiento quirúrgico para la obesidad, con aproximadamente 228,000 personas que reciben la cirugía bariátrica cada año en los Estados Unidos [3]. Por eso es tan importante discutir los tratamientos disponibles actualmente para la obesidad. Muchas personas no consideran que la cirugía bariátrica sea una opción posible. Simplemente no son conscientes de que esta opción existe para ellos. Y otros que conocen los procedimientos siguen siendo escépticos debido a los muchos mitos asociados con ellos.
ALGUNOS DE ESOS MITOS
Es un procedimiento de alto riesgo.
Hace décadas, la cirugía de pérdida de peso se realizaba como un procedimiento abierto. Esto significaba que el paciente tenía que ser abierto para que el cirujano pudiera extraer el estómago o intervenir los intestinos. En aquel entonces, había una tasa de complicaciones considerablemente más alta para este tipo de cirugías. Sin embargo, hoy en día la mayoría de las cirugías bariátricas se realizan mediante técnicas laparoscópicas. Con este método, el cirujano puede intervenir sin necesidad de bisturí. En cambio, el cirujano hace 6 incisiones muy pequeñas en el abdomen del paciente, a través de las cuales inserta una cámara laparoscópica y herramientas quirúrgicas largas y delgadas para maniobrar desde fuera.
Dada esta innovación tecnológica, las cirugías bariátricas hoy en día son realmente muy seguras. La incidencia de complicaciones a corto plazo varía entre el 4.9 y el 10%; la de complicaciones graves es de 3% y de muerte es el 0.2% [5]. Otra prueba de que la cirugía bariátrica es de muy bajo riesgo es el hecho de que solo tarda de 1 a 2 horas en realizarse y las estancias hospitalarias son muy cortas, de 1 a 2 noches.
Se puede evitar simplemente siguiendo una dieta y haciendo ejercicio. La mayoría de la gente asume que la obesidad se puede tratar simplemente con dietas y ejercicio, pero esto no es exactamente cierto. Las dietas y el ejercicio pueden hacerte perder una cantidad modesta de peso, a un ritmo muy lento, con el riesgo de un rápido aumento de peso. Los efectos del ejercicio por sí solo son limitados cuando se trata de perder peso. El Informe del Comité de Directrices de Actividad Física establece que el ejercicio por sí solo suele producir una pérdida de peso inferior al 3% del peso corporal inicial, en circunstancias normales y en condiciones óptimas [4]. Para ser más efectivo, el ejercicio debe combinarse con una dieta saludable baja en calorías. Pero aún así, esta combinación tiene sus propios límites:
En una revisión sistemática de intervenciones intensivas en el estilo de vida para pacientes con obesidad grave, la dieta y el ejercicio por sí solos se asociaron con una pérdida de peso de sólo el 5-8% desde el inicio a los 12 meses. Un estudio más amplio en pacientes con obesidad y diabetes demostró solo una pérdida de peso del 3.5% después de una mediana de 9.6 años con una mejora muy modesta en el control de la diabetes.
La pérdida de peso entre el 3 y el 8% puede parecer un gran avance, pero realmente no hace una gran diferencia cuando se trata de pacientes que luchan contra la obesidad y la obesidad mórbida, especialmente cuando su vida está en riesgo debido a una comorbilidad de obesidad. En esos casos, esperar un par de años por una pérdida de peso que aún puede parecer incierta presenta más riesgos.
Es la forma más fácil de salir de la obesidad. Empecemos por decir que nadie debería sufrir para salir de una mala condición de salud. Tener obesidad y riesgos para la salud ya es bastante difícil. Ahora, dicho esto, que quede claro que someterse a una cirugía bariátrica no es fácil. Los pacientes deben soportar una dieta prequirúrgica y posquirúrgica muy estricta. También necesitan ser muy disciplinados con la toma de sus suplementos vitamínicos. Y lo más importante: estos pacientes deben comprometerse de por vida a comenzar y mantener hábitos saludables para mantener su pérdida de peso. Esto incluye una dieta balanceada y rutinas de ejercicio. No hay marcha atrás. Después de la cirugía bariátrica, la vida del paciente cambia para siempre, para bien.
Con la cirugía bariátrica se pierde peso a corto plazo, pero se recupera todo a largo plazo.
Esto es completamente falso. La cirugía bariátrica ha demostrado ser un tratamiento eficaz para la pérdida de peso que ofrece resultados duraderos. Las investigaciones sobre cirugías bariátricas por lo general llevan el seguimiento de los pacientes por mínimo un año y muchos más, y, aunque existe la posibilidad de que el paciente recupere un poco de su peso después de más de 5 años, la literatura está de acuerdo en que la cirugía bariátrica logra una pérdida de peso muy significativa y que la mayoría de los pacientes logran mantenerla durante más de 20 años. En un estudio que comparó los tratamientos de cirugía bariátrica con el control tradicional de la obesidad entre 4,047 adultos suecos, se concluyó que los cambios medios en el peso corporal después de 10, 15 y 20 años fueron -17%, -16% y -18% respectivamente en el grupo de cirugía y solo 1 % para esos 3 periodos en el grupo de control.