Los anuncios de comida chatarra influyen en la preferencia de los niños

Los anuncios de comida chatarra influyen en la preferencia de los niños

Los niños menores de 8 años son los más vulnerables a los efectos del marketing

Los anuncios y otros tipos de marketing de los productos ricos en azúcar o sal tienen un impacto inmediato e importante sobre los niños

Ningún padre que haya aguantado los insistentes ruegos de un niño que quiere ese colorido paquete de galletitas o esa variante de papitas se sorprenderá ante los hallazgos
de un nuevo estudio: los niños son más propensos a comer comida basura si han visto anuncios de alimentos y bebidas no saludables.

Los investigadores encontraron que los anuncios y otros tipos de mercadeo de los productos ricos en azúcar o sal tienen un impacto inmediato e importante sobre los niños.
Y que los niños menores de 8 años podrían ser los más susceptibles al mercadeo de las comidas y las bebidas basura.

Los hallazgos muestran la influencia que esos anuncios pueden tener sobre los niños.

Esta muestra que la exposición extensiva que los niños tienen a la publicidad de comidas y bebidas malsanas a través de los paquetes de los productos (los súper héroes, los logos),
la televisión e internet aumenta su ingesta calórica a corto plazo y su preferencia por la comida basura.

Los productos malsanos conforman más del 80 por ciento de todos los anuncios televisivos de comida en Estados Unidos y Canadá, según investigaciones anteriores.
Los autores del estudio anotaron que investigaciones recientes han revelado que los niños ven un promedio de cinco anuncios de comida por hora.

En general, nuestro análisis muestra la necesidad de una revisión de las políticas públicas sobre la publicidad de comidas y bebidas malsanas dirigido a los niños.

La creciente prevalencia de la obesidad parece coincidir más con los aumentos marcados en el presupuesto de publicidad dirigido a los niños y a los jóvenes de la industria de las comidas y las bebidas,
y los datos muestran que las comidas y las bebidas ricas en calorías y pobres en nutrientes conforman la mayoría de los productos mercadeados comercialmente.


Imprimir   Correo electrónico