Es muy importante mantener un adecuado equilibrio en el plato tras una reducción de estómago o Bypass gástrico. Con equilibrio nos referimos a que exista una distribución adecuada de grupos de alimentos, para así conseguir un correcto balance nutricional.
Recordemos que la alimentación, cuanto más variada, más seguro que conseguimos un aporte suficiente de todos los macronutrientes (Proteínas; Carbohidratos y Grasas) y de micronutrientes (Vitaminas; Minerales y Fibra).
Pensemos que un paciente con un estómago pequeño, no puede comer más que lo que le cabe en 1/2 plato llano, y por tanto solo puede conseguir hacer una dieta rica y variada comiendo bien las 5 ingesta del día. Digamos que las operaciones para la obesidad, obligan al paciente a comer bien, poca cantidad, evitando alimentos muy condimentados, grasos o picantes (les suele sentar mal) y cinco veces al día.
Los carbohidratos (Pan; Pasta; Patata; Arroz; Maíz; Harinas; Legumbres…)
Nos aportan energía para llevar a cabo las actividades diarias, incluyendo el ejercicio físico. Un exceso de este nutriente puede acumularse en forma de grasa y por tanto ralentizar la pérdida de peso. Por este motivo, los carbohidratos deben estar presentes en la dieta pero de forma limitada y teniendo en cuenta el grado de actividad física que se realice.
Las proteínas (Carnes; Pescados; Huevos; Legumbres y Lácteos)
Se encargan de formar y mantener la masa muscular así como para procesos orgánicos complejos. Las proteínas deben suponer al menos un 35% de la distribución en la comida y alrededor del 50% en la cena. Su función en el paciente intervenido de cirugía bariátrica es la de mantener la masa muscular durante la pérdida de peso y también para formar nuevas estructuras. Además, muchas de las vitaminas y minerales esenciales como el hierro, vitamina B12, Zinc… se encuentran en los alimentos proteicos. Por último, destacar que las proteínas generan sensación de saciedad.
En cuanto a las grasas, también llamadas lípidos
Deben ser consumidas en ambas comidas principales pero siempre con moderación. Los lípidos aportan también vitaminas y otros componentes esenciales para la vida. Ejemplos de esto son el ácido oleico, presente en el aceite de oliva o el Omega-3, en pescados azules, algunos aceites vegetales o en las nueces.
Finalmente, cuando hablamos de micronutrientes (Vitaminas; Minerales y Fibra)
Estos deben suponer alrededor del 35% del total de la comida y del 50% en las cenas. Estos micronutrientes se encuentran principalmente en frutas y verduras. Las vitaminas y minerales cumplen funciones reguladoras a nivel orgánico y la fibra es la encargada de aumentar el volumen de la masa fecal favoreciendo el tránsito intestinal y por tanto las deposiciones. Este último nutriente tiene además una característica particular que le confiere beneficios adicionales. La fibra tiene la capacidad de generar sensación de saciedad por lo que el hambre y la ansiedad por los alimentos se ve disminuido incluso horas después tras consumir alimentos ricos en fibra.
Estas premisas son válidas para las comidas principales, es decir, la comida y la cena. Para el resto de tomas diarias (Desayuno; Almuerzo y Merienda), tenemos que intentar hacerlas de la forma más saludable y equilibrada posible. Ejemplo de ello sería desayunar leche, que aporta proteínas y calcio, acompañado por una pequeña tostada de pan integral con jamón y tomate. En cuanto a los almuerzos y meriendas, lo ideal es alternar fruta y yogurt.
Introducir todos los grupos de alimentos en cada toma es complicado, sobre todo en el paciente sometido a Bypass Gástrico, cuya capacidad de estómago es menor. Por ello, se aconseja que las cantidades sean adecuadas y en el resto de tomas (almuerzos y meriendas) se intente introducir los alimentos que no caben en las comidas (fruta y yogurt).
Equilibrio en el plato tras una reducción de estómago:
en la imágen superior presentamos dos imágenes ilustrativas sobre el equilibrio en el plato tras una reducción de estómago tal y como hemos comentado en las líneas anteriores.