Antes y después del by pass gástrico

Antes y después del by pass gástrico

El bypass gástrico, también conocido como Roux-en-Y, es un procedimiento quirúrgico seguro y altamente efectivo para el tratamiento de la obesidad. Es el segundo procedimiento bariátrico más popular, después de la cirugía de manga gástrica, en todo el mundo. De los cientos de miles de cirugías bariátricas que se realizan en todo el mundo, el 31% representa el bypass gástrico según el último informe global de la Federación Internacional para la Cirugía de la Obesidad y los Trastornos Metabólicos (IFSO) [1].

Un bypass gástrico es un procedimiento bariátrico restrictivo y malabsortivo porque reduce el tamaño del estómago y redirige el intestino delgado para una digestión más rápida y con una menor absorción de nutrientes. Debido a este doble mecanismo, en esta cirugía se puede esperar perder una mayor cantidad de peso en comparación con un procedimiento más simple como la manga gástrica.

Un bypass gástrico se realiza con técnicas laparoscópicas en las que el cirujano inserta una cámara en el abdomen del paciente y con pequeñas incisiones le inserta una engrapadora larga y delgada con la que engrapa el estómago verticalmente para extraer aproximadamente el 80% del mismo. Luego procede a cortar el intestino delgado para hacer un atajo en el sistema digestivo. El paciente permanece sedado y dormido durante todo el proceso. Después de la cirugía, el paciente puede esperar una recuperación rápida después de una estadía de 1 a 2 noches en la sala de recuperación, un descanso obligatorio de seis semanas y una dieta posquirúrgica de 2 meses que progresa de líquidos a alimentos sólidos.

Las ventajas de este procedimiento son, no sólo la pérdida significativa de peso, sino también la mejora, y en algunos casos la resolución, de enfermedades asociadas a la obesidad como la diabetes tipo II, hipertensión, enfermedades del corazón, dolor en las articulaciones, apnea obstructiva del sueño, artrosis, dislipidemia, asma, varices e incluso infertilidad.

Con la Roux-en-Y, los pacientes comen menos y al mismo tiempo absorben menos calorías y nutrientes, lo que se traduce en una pérdida de peso mayor. Esta cirugía está destinada a pacientes con un índice de masa corporal (IMC) superior a 40 que también padecen dos o más enfermedades de alto riesgo asociadas a la obesidad, como diabetes tipo II, enfermedades cardíacas, hipertensión u otras.

¿Cuánto peso se puede esperar perder después de una cirugía de bypass gástrico?
Esto dependerá de muchos factores, como el peso inicial y el IMC del paciente y los cambios de hábitos y estilo de vida que adopte después de la cirugía. Un bypass gástrico causa una gran pérdida de peso, pero no por sí solo. Para obtener los mejores resultados a largo plazo, los pacientes deben cambiar sus hábitos alimenticios para preferir opciones más saludables y porciones más pequeñas, y deben mantenerse físicamente activos, ya sea con rutinas de ejercicio o actividades diarias. Entonces, teniendo esto en consideración, uno puede esperar perder más del 70% del exceso de peso corporal durante el primer año después de la cirugía de bypass gástrico, o sea, la mayor parte del peso no saludable que supera el peso ideal de una persona. Con un Roux-en-Y, las personas tienden a perder entre el 27 y el 37% de su peso corporal durante el primer año después de la cirugía [1], y los cambios se notan dramáticamente muy rápido, tan pronto como 3 meses después de la cirugía.


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