Hambre y saciedad

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Hambre y saciedad

El hambre es una sensación fisiológica que indica la necesidad de consumir alimentos para satisfacer las necesidades energéticas del cuerpo.

La saciedad es la sensación de plenitud y satisfacción que experimentamos después de comer, indicando que hemos satisfecho nuestras necesidades alimentarias en ese momento.

Identificar el hambre y la saciedad tanto a nivel fisiológico como psicológico es fundamental para mantener una alimentación equilibrada.
A nivel fisiológico, el hambre se caracteriza por sensaciones físicas como el vacío en el estómago, debilidad, ruidos intestinales y bajos niveles de glucosa en sangre.
La saciedad fisiológica se manifiesta con una sensación de plenitud, relajación del estómago y disminución del apetito.

A nivel psicológico, el hambre puede estar influenciado por factores emocionales, como el estrés, la ansiedad o el aburrimiento. En estos casos, el deseo de comer puede surgir sin que exista una necesidad fisiológica real. Además, las señales de saciedad pueden ser ignoradas o alteradas por factores psicológicos, como comer en exceso por gratificación emocional o no reconocer cuando se ha satisfecho adecuadamente el apetito.

Para un enfoque equilibrado, es esencial aprender a distinguir entre el hambre fisiológico y el hambre emocional. Prestar atención a las señales físicas y emocionales del cuerpo, como el gruñido del estómago, la sensación de vacío, la ansiedad o el antojo repentino, nos ayudará a identificar si necesitamos comer para satisfacer una necesidad real o si estamos buscando consuelo emocional.

Para resolver la "confusión entre hambre y saciedad" es importante practicar la atención plena: Escucha tu cuerpo y presta atención a las señales físicas y emocionales que experimentas antes, durante y después de comer. Aprende a diferenciar entre el hambre fisiológico y las señales emocionales, como el estrés o el aburrimiento. Come despacio, saborea los alimentos y detente cuando empieces a sentirte satisfecho, evitando el exceso.

El autoconocimiento y la práctica de la atención plena te ayudarán a tomar decisiones alimentarias conscientes y equilibradas.

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